Tecnología para mejorar la rentabilidad del maíz en el norte de Sinaloa y su impacto económico

Introducción.

La producción de un cultivo es afectada por variados factores de manejo, suelo y clima dando lugar al uso de diferentes prácticas agronómicas y utilización de insumos diversos en dosis y épocas variables, conformando con ello en su conjunto a la tecnología utilizada en cada condición o parcela, por lo cual, las diferencias tecnológicas están dadas por las mismas diferencias en el manejo agronómico del cultivo y por las condiciones de suelo y del ambiente.

En los últimos años el precio del maíz se ha mantenido estable, no así los costos de producción, los cuales se han incrementado, disminuyendo la rentabilidad del cultivo y con ello el margen de utilidad que el productor percibe. Ante lo anterior, una de las alternativas es encontrar la combinación ideal de prácticas que permitan mejorar la eficiencia de producción, es decir, producir el máximo rendimiento al menor costo posible por unidad de superficie, sin menoscabo de la calidad ambiental.

Considerando la importancia del maíz en Sinaloa al cultivarse anualmente alrededor de 300,000 ha, y teniendo en cuenta que la rentabilidad ha decrecido en el último lustro, a continuación se presenta un análisis de los principales factores que inciden en el proceso productivo y en última instancia en rendimiento, esto asociado a los costos de producción, de tal forma que una vez sensibilizados de su importancia, de ser posible, incorporar dichos factores a la tecnología de producción del maíz, esto con el objetivo de mejorar la eficiencia productiva y con ello los ingresos.

Además de la influencia de los componentes tecnológicos, para la explotación comercial de un cultivo se debe procurar que éste se establezca en las condiciones mas idóneas de acuerdo a sus requerimientos con el fin de que se logre explotar el potencial productivo del mismo. Para la obtención de altos rendimientos el maíz requiere de suelos con pendiente menores a 1%, la profundidad debe ser mayor de 50 cm y de preferencia mayores a 1 m, las texturas mas adecuadas son: franca, franca-limosa, franca-arcillo-limosa, franca-arcillo-arenosa y franca-arcillosa, es decir las texturas medias son las idóneas para el maíz aunque prospera satisfactoriamente en otras como las arcillosas. El maíz es considerado como sensible al déficit de oxígeno, por lo cual requiere de suelos con buen o moderadamente buen drenaje superficial e interno, debiendo evitar la inundación al efectuar los riegos de auxilio ya que está considerado como cultivo sensible al exceso o stress de agua, presentando mayor disminución del rendimiento de grano cuando hay déficit de agua en etapa de floración, por reducción en el número de granos por mazorca. Es demás, sensible a la salinidad requiriendo suelos con conductividad eléctrica menor a 2.7 mmhos/cm para evitar una baja de rendimiento superior al 10%. El pH óptimo es alrededor de 7.

COMPONENTES TECNOLOGICOS

El desarrollo tecnológico del cultivo del maíz en Sinaloa, ha permitido incrementar anualmente el rendimiento por unidad de superficie, esto en años recientes, es atribuido sin duda a la aplicación integrada de diferentes componentes tecnológicos por un mayor número de productores, siendo el uso de híbridos cada vez con mayor potencial de rendimiento, una de ellas, sin embargo, un porcentaje relativamente elevado de productores obtienen rendimientos muy por abajo del potencial, lo cual limita seriamente sus ingresos o la obtención de mayores márgenes de utilidad, por tanto, se requiere optimizar una serie de factores que inciden en la productividad del maíz, como son :

  • Preparación del terreno
  • Fecha de siembra
  • Densidad de población
  • Fertilización y
  • Manejo del agua de riego
PREPARACIÓN DEL TERRENO

El productor de cultivos de grano de Sinaloa, por costumbre utiliza sistemas convencionales de preparación de los terrenos, por el hecho de contar con los equipos de labranza tradicional, el costo que implica la adquisición de nuevos aperos para cambiar a otros sistemas de labranza y quizás por la facilidad de manejo de los sistemas tradicionales, ya que al cambiar a sistemas modernos de labranza, como es la de conservación, se requiere de una mayor aplicación del productor, por cierta mayor dificultad de operación de estos sistemas.

Mediante labranza convencional el productor realiza labores de labranza primaria como son: subsoleo, barbecho, rastreos, nivelación, surcado y escarificación principalmente. Este sistema de labranza se ha caracterizado por el alto uso de maquinaria, equipos combustible y mano de obra, lo que se traduce en altos costos de operación. Por otro lado para facilitar su utilización se ha recurrido a la quema de residuos de cosecha, lo cual ha empobrecido a los suelos al disminuir drásticamente el nivel de materia orgánica que es la base de la de la actividad microbiológica, de la fertilidad y de la física de los suelos. La estrategia entonces, para disminuir costos de producción y mejorar las condiciones de los terrenos es la utilización de labranza reducida dejando los residuos de cosecha sobre el terreno, sistema que se describe a continuación.

La labranza reducida es quizá, en el corto y mediano plazo, una de las opciones mas viables para mejorar la eficiencia de producción de granos, ya que bajo este concepto se pretende sembrar el maíz reduciendo al mínimo el paso de maquinaria sobre el terreno, utilizando en lo posible los implementos convencionales o en su defecto implementos adaptados o especializados para cero labranza.

Las actividades ha realizar en este sistema dependen en buena medida del cultivo anterior y tipo de suelo, las cuales se muestran en el Cuadro 1.

CUADRO 1
Descripción de actividades mediante labranza reducida. CIRNO. CEVAF. 2002

Para utilizar labranza reducida pueden usarse implementos convencionales en forma directa o adaptados para operar sobre residuos de cosecha; en su defecto equipos de labranza cero de marca, todo ello dependiendo de las posibilidades del productor.

La investigación realizada y la utilización de los propios productores de labranza reducida demuestra que es posible producir rendimientos similares que en labranza convencional, una muestra de ello se puede apreciar en la información de la Figura 1, en que se presenta el rendimiento de maíz obtenido en tres ciclos agrícolas en un lote destinado a labranza de conservación en el Campo Experimental Valle del Fuerte.

FIGURA 1
Comportamiento del maíz en de dos sistemas de labranza. CIRNO. CEVAF. 2002

Otras evidencias a nivel local que indican que la labranza primaria no tiene efecto positivo en rendimiento de grano de maíz son reportadas por Mendoza y Macias en 1998, donde se hizo una evaluación en lotes de productores para tal fin, encontrando que un grupo de productores que realizó el barbecho produjo rendimiento similar a otro grupo que no lo realizó.

Este tipo de evidencias se han venido repitiendo en los estudios realizados en los últimos años demostrando el poco efecto de esta práctica en mejorar la producción de maíz. Situación similar se ha observado con los rastreos, ya que no se observan diferencias en rendimiento cuando se realizan dos, tres, y hasta cuatro rastreos.

De las labores agrícolas las que corresponden a la labranza primaria son las más costosas, de ahí que el impacto de utilizar labranza reducida permita ahorros considerables. En el Cuadro 2, se observa una estimación del costo de algunas labores con maquinaria propia, que se realizan de manera común en la producción de maíz, además se presenta el costo de labores con labranza cero (siembra, desmenuzadora y cultivo), con precios de enero de 2002. Dichos costos han sido determinados considerando la depreciación del tractor y equipo agrícola utilizado, el costo del operador y el del combustible, y representan una estimación para el caso del productor que cuenta con maquinaria propia.

A partir de dichos costos se hizo una estimación del costo de labores mecanizadas que se utilizan en los sistemas de labranza convencional, reducida después de una leguminosa y después de una gramínea, apareciendo la información en el Cuadro 3. En éste, se aprecia que el costo de utilizar el sistema convencional es de $ 2,522 por ha, mientras que con labranza reducida $ 1, 405 y $ 1,217 según la rotación de cultivos, lo cual equivale a un ahorro de 44 a 52% con labranza reducida cuando se siembra después de una leguminosa y de una gramínea respectivamente respecto al sistema tradicional, lo que permite reducir en $ 1,117 a $ 1,305 pesos por hectárea el costo del cultivo por este componente, lo cual equivale poco menos e términos de producto a una tonelada de maíz.

Si se multiplica el ahorro posible con labranza reducida por la superficie de siembra de la región que es superior a las 150,000 ha, se podrían tener ahorros por ciclo agrícola por el orden de los 200 millones de pesos, ahorro que significa ingreso para el productor.

CUADRO 2
Costo ($/Ha) de algunas labores agricolas con maquinaria propia. CIRNO. CEVAF. 2002.

CUADRO 3
Costo de labores mecanizadas en sistemas de labranza en la producción de maíz. CIRNO. CEVAF. 2002.

FECHA DE SIEMBRA

Múltiples evaluaciones mediante experimentos de campo, análisis de información de productores y por el uso de modelos de simulación en el Valle del Fuerte, coinciden en que las siembras efectuadas del 25 de octubre al 30 de noviembre son las que expresan el mayor potencial de rendimiento en los materiales utilizados en la región. Es por ello que la mayor superficie destinada a la producción maíz se realiza en el ciclo de otoño-invierno, debido a que las temperaturas en ésta época son propicias para el crecimiento y desarrollo del cultivo.

El efecto de la fecha de siembra en la producción de maíz se aprecia en la Figura 2, donde se muestra el rendimiento relativo, es decir, el porcentaje de rendimiento esperado respecto al potencial, observando que antes y después de noviembre para el norte de Sinaloa, los rendimientos disminuyen en forma paulatina, disminuyendo con ello las ganancias de los productores. Por tanto, solo se justifica la siembra fuera de fecha óptima cuando el interés es producir para elote u otro producto, por la rotación de cultivo o por razones de fuerza mayor.

Una estimación del rendimiento de maíz durante todo el año en el norte de Sinaloa utilizando el modelo de simulación MSPEC (Modelo de Simulación del Potencial Ecológico de Producción de los Cultivos), desarrollado por Quijano, Paredes y Villarreal, 1998, se presenta en la Figura 3, la cual muestra que en los meses de octubre y noviembre se tiene la mayor probabilidad de obtener altos rendimientos de maíz, no así en el verano donde se tienen los mas bajos rendimientos esperados.

Las pérdidas de rendimiento antes o después del mes de noviembre y sobre todo en el verano, son debido a que cuando el maíz se siembra fuera de la fecha antes mencionada, se acumulan mas días con temperaturas superiores a los 30 °C, incrementando con ello la respiración de la planta, es decir, utilizando mayor proporción de asimilados, lo cual al final se traduce en pérdida de rendimiento, ya que este es una proporción de la producción de materia seca.

FIGURA 2
Efecto de la fecha de siembra sobre el rendimiento de maíz en el norte de Sinaloa. CIRNO. CEVAF. 2002.

FIGURA 3
Probabilidad de rendimiento de maíz al 80% mediante simulación dinámica en el norte de Sinaloa.
CIRNO. CEVAF. 2002.

Con el objeto de dar mas claridad a la influencia de la fecha de siembra en rendimiento y en forma económica, se hizo una estimación de la probable disminución de rendimiento conforme nos alejamos de la fecha óptima, efecto que se observa en el Cuadro 4. Así se tiene que al adelantar o retrasar la fecha de siembra se pierden de 20 a 70 kg/ha de maíz por día, siendo mayor la pérdida cuanto mas nos alejemos de la fecha óptima, apreciando que adelantar o retrasar un mes y medio la fecha de siembra respecto a la fecha óptima, significa perder aproximadamente 2 ton/ha. Al multiplicar la pérdida de rendimiento por el precio del producto se tiene una probable pérdida en pesos por hectárea, de ésta manera se tiene que en términos económicos se puede dejar de percibir hasta 3 mil pesos/ha para el período evaluado.

Los datos mostrados pueden ser menores o mayores de acuerdo al posible rendimiento que cada productor pueda obtener en cada situación, sin embargo, muestran lo importante que es el factor fecha de siembra para mejorar la productividad del maíz, siendo un factor que no cuesta pero que requiere programación para realizarse con oportunidad.

CUADRO 4

Repercusión en rendimiento1 y económica2 de la fecha de siembra en maíz. CIRNO. CEVAF. 2002.

1.-Sobre una base de producción de 10 ton/ha.

2.-Considerando precio del grano de maíz en $ 1,500/ton

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