En México, la alfalfa (Medicago sativa L.) es la leguminosa forrajera más utilizada para la alimentación del ganado lechero, en las regiones árida, semiárida y templada. Su importancia radica en la cantidad de forraje obtenido por unidad de superficie cultivada, valor nutritivo, aceptabilidad y consumo animal, ya sea en estado fresco, heno o ensilada. La superficie cultivada con alfalfa en México es de casi 400 mil hectáreas en riego y su rendimiento promedio anual es de 75 toneladas.

En Sinaloa, la superficie rebasa las 4 mil hectáreas con un rendimiento de 36.5 t/ha.

Cada variedad de alfalfa representa una combinación específica de caracteres genéticos, cuyo potencial productivo se expresa de manera diferente, según las condiciones ambientales. No existe una mejor variedad para todas las condiciones productivas, la elección acertada de alguna variedad depende de combinaciones de condiciones climáticas, edáficas, prácticas de manejo y la forma de aprovechamiento de la pastura, ya sea corte o pastoreo.

La alfalfa requiere suelos profundos y bien drenados, aunque se cultiva en una amplia variabilidad de ellos. Los suelos con menos de 60 centímetros (cm) de profundidad no son aconsejables para este cultivo.

 

Información disponible

A continuación le presentamos la información técnica disponible para este cultivo:

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