Dr. Edgardo Cortez Mondaca / Investigador de Entomología. INIFAP, Campo Experimental Valle del Fuerte. Juan José Ríos, Sinaloa, México.
El pulgón amarillo del sorgo Melanaphis sacchari/sorghi (Hemiptera: Aphididae) es una especie fitófaga de reciente introducción en México y sobre todo en el estado de Sinaloa, a donde ingresó a fines de agosto de 2014 y después en septiembre se encontró ya en el norte y prácticamente todo el estado. De tal manera que la presente temporada de cultivo de sorgo es la primera en la que se enfrentará su eventual problemática. Es muy importante dar seguimiento muy de cerca a su comportamiento y daño, para realizar acciones de manejo en tiempo y forma, y evitar que cause siniestros del cultivo, como en el estado de Tamaulipas. No obstante lo anterior, es importante no provocar situaciones de pánico, antes de conocer cuál será su comportamiento en la región.
Los inmaduros son pequeños, de coloración variable (amarillo pálido, amarillo-marrón, marrón oscuro, púrpura o incluso rosado), lo que depende de la planta hospedante y de las condiciones ambientales. Pasan por cuatro instares, los últimos presentan parches marrones distribuidos aleatoriamente sobre el tergo abdominal (en el dorso).
El adulto es áptero y alado (Fig. 2). Es de color amarillo grisáceo, algunas veces de color marrón. Tienen una longitud de 1.4 mm. Las antenas generalmente con seis segmentos (con el proceso terminal de la antena cuatro veces el tamaño de la base del sexto segmento antenal) y de longitud un poco menor a la mitad del cuerpo. La cauda es color café oscuro, notoriamente constreñida, ligeramente más larga que los sifúnculos, los cuales son negros, cortos y divergentes, y con reborde apical notorio. Los tarsos (puntas de las patas) son de color negro (Fig. 3). Los adultos sin alas (ápteros) presentan manchas dorsales en el abdomen y líneas inter-segmentales marcadas con puntos de color marrón.
Está reportado que las plantas hospederas principales del pulgón amarillo del sorgo (PAS) son sorgo (Fig. 1), avena, caña de azúcar, trigo y cebada, y como secundarios, arroz, maíz y algunos pastos, incluyendo zacate Johnson (Fig. 4). Sin embargo, se tiene conocimiento de que ataca sobre todo sorgo y zacate Johnson, y aunque se le puede encontrar en maíz no se reproduce en él.
El PAS puede atacar en todas las etapas del cultivo, pero el daño económico usualmente ocurre durante las etapas posteriores al desarrollo vegetativo. El daño que causa es debido a que succiona la savia de las hojas, ocasionado que tomen una coloración marrón; las plantas atacadas presentan un retraso en su crecimiento y reducen el llenado, y formación de grano, afectando el rendimiento.
En la mielecilla que excretan los numerosos pulgones que forman las colonias en el envés de las hojas, se propicia el desarrollo del hongo de la fumagina (Fig. 1), que afecta la capacidad fotosintética de la planta. Por otra parte, se tienen reportes de que el PAS puede transmitir virus como Sugarcane mosaci virus (SCMV), Sugarcane yellow leaf virus (ScYLV) y otras enfermedades, no obstante en primer instancia el daño al que actualmente se le atribuye importancia es al daño como fitófago (al alimentarse). Además el PAS dificultad la cosecha por sus elevadas poblaciones y por el exceso de mielecilla en el follaje, y grano. Las pérdidas totales en el rendimiento del cultivo pueden variar entre el 20 y 100%.
Muestreo y Monitoreo.- Para la detección de los pulgones migrantes se recomienda utilizar recipientes amarillos con agua jabonosa o bien trampas amarillo-pegajosas, establecidas por los márgenes del cultivo, lo que facilitara la realización de medidas de control oportunas antes de que se establezca en el cultivo. El trampeo permite saber la fecha de arribo del insecto, la (s) partes por la que está arribando y la cantidad relativa.
El muestreo debe iniciar desde la emergencia del cultivo y continuar con muestreos semanales, hasta que las plantas alcancen la madurez fisiológica. Se deberá muestrear las orillas y centro de la parcela. Inspeccionar particularmente el envés de las hojas, en la parte media y baja de la planta, ya que allí se localiza la mayoría de los pulgones.
No hay un umbral de daño determinado, pero en Tamaulipas se sugiere el de 50 áfidos en promedio por planta, sin embargo, éste índice poblacional se rebasa sobradamente cuando las poblaciones se incrementan exponencialmente. De acuerdo a lo anterior es de mayor importancia realizar medidas de tipo preventivo.
Control Cultural.- Destruir la soca tan pronto termine la cosecha. Eliminar la maleza durante el desarrollo del cultivo y período de descanso, particularmente los sorgos voluntarios y las hospederos alternantes como zacate Johnson y cañita. Aplicar el paquete tecnológico de sorgo (INIFAP-CEVAF) para la región en tiempo y forma, ya que el estrés hídrico y deficiencias nutricionales aumentan la susceptibilidad de las plantas al ataque del PAS. Es importante tener cuidado de no fertilizar en exceso con nitrógeno, ya que el exceso de éste elemento en las plantas, propicia la excesiva presencia de insectos chupadores en general y específicamente de áfidos.
Resistencia Vegetal.- Es importante sembrar genotipos adaptados a la región y con alto potencial de rendimiento (INIFAP-CEVAF); de ninguna manera se recomienda sembrar genotipos que no hayan sido evaluados en la región, aun aquellos que se ostentan como resistentes al PAS. De forma natural algunos genotipos son menos preferidos por ésta plaga, son más tolerantes a su ataque o presentan efectos de antibiósis, pero en Sinaloa no se cuenta con información al respecto, por lo que es necesario realizar estudios en corto plazo en éste sentido. El empleo de cultivares resistentes, por alguno o varios de los mecanismos mencionados, eventualmente será un requisito indispensable para sembrar sorgo ante la amenaza que representa la plaga mencionada.
Control Biológico.- Los áfidos tienen numerosos enemigos naturales (parasitoides, depredadores y entomopatógenos) que regulan sus poblaciones de manera natural, pero en el caso del PAS el control biológico por sí sólo no representa la solución del problema, no obstante, el control biológico es una táctica de control indispensable para la eventual implementación de un programa de manejo integrado. En la medida de lo posible es necesario favorecer la presencia natural de la fauna benéfica, reduciendo a la vez el empleo de insecticidas de amplio espectro que afectan a los enemigos naturales.
Se ha dado énfasis al uso de depredadores, como catarinas (Coleoptera: Coccinelidae), crisopas (Neuroptera: Chrysomelidae y Hemerobiidae) y sírfidos (Fig. 5) (Diptera: Syrphidae) como agentes que causan mayor mortalidad en las poblaciones de pulgón. En el norte de Sinaloa, a partir de la segunda quincena de febrero se presentan elevadas poblaciones de la avispita lisiflebus, la cual puede ser un factor determinante para regular las poblaciones del PAS, como lo hace con otras especies de pulgones que se presentan en la región.
Como medida preventiva se sugiere realizar liberaciones de crisopa en estado de huevo, producida por centros de reproducción de insectos benéficos en la región (como la JLSVVF).
Se requieren estudios para determinar las especies de enemigos naturales de M. sacchari en el estado de Sinaloa, conocer su impacto sobre la plaga, buscar la manera de promover su aprovechamiento y eventualmente ver la posibilidad de reproducir alguna de las especies benéficas más asociadas a la plaga.
Control Químico.- Una de las medidas para reducir al máximo las poblaciones del PAS y frenar en parte su diseminación es mediante el empleo de insecticidas sintéticos convencionales con elevada efectividad biológica, los cuales además se desea tengan características de selectividad o si es posible especificidad, para que dañen en menor grado las poblaciones de organismos no blanco.
Se recomienda el tratamiento de la semilla con insecticidas neonicotinoides (Imidacloprid o Clothianidim) observando buenos resultados durante las primeras semanas de desarrollo del cultivo. Aunque no hay que olvidar que las poblaciones más abundantes del insecto durante el desarrollo del cultivo es durante las etapas las etapas posteriores al desarrollo vegetativo
Algunos insecticidas recomendados para el control de áfidos son Pirimicarb (en cultivos de maíz y trigo), Malation y Dimetoato (en arroz, avena, cebada, maíz, pastizales, pastos, sorgo y trigo), Imidacloprid (en caña de azúcar, cebada, cártamo, maíz, sorgo y trigo) y Thiametoxam (en maíz, y trigo). Un insecticida novedoso y con elevada efectividad sobre insectos chupadores como los pulgones es el Sulfoxaclor, pero todavía no tiene autorización para su empleo en sorgo.
Es muy importante tener en mente que los pulgones desarrollan poblaciones resistentes a insecticidas en pocas generaciones, por lo que es sumamente importante realizar un empleo racional de insecticidas, rotando insecticidas con diferente modo de acción. Por otra parte, el cultivo del sorgo, no soporta inversiones elevadas de costo, por lo que es necesario considerar cuidadosamente éste aspecto.
Recientemente INIFAP-CEVAF en colaboración con personal de la Junta local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte (el M.C. Gabriel Herrera Rodríguez) y participación de alumnos de la Escuela Superior de Agricultura del Valle del Fuerte (Alan Peinado Torres y Alexis Ochoa Arenivas) han realizado evaluaciones de insecticidas de tipo biorracional (jabón insecticida agrícola, extracto de nim y extractos de diferentes plantas) observando una efectividad biológica entre moderada y alta (cercana al 80%). Además se validó la elevada efectividad de una mezcla de un insecticida neonicotinoide más un piretroide, para controlar poblaciones altas del PAS.
El empleo de una adecuada fecha de siembra de sorgo, donde las poblaciones del PAS sean más reducidas; con el empleo de variedades resistentes y adecuadamente nutridas; más el aprovechamiento de enemigos naturales y la eventual reproducción de un agente de control para emplearse por aumento; el tratamiento de la semilla con insecticidas sistémicos, junto con un manejo adecuado de insecticidas asperjados, selectivos o específicos; sin olvidar las recomendaciones de eliminar oportunamente socas, plantas voluntarias y plantas silvestres hospederas, conforman un programa de manejo integrado que se requiere implementar a escala regional, para enfrentar con éxito ésta nueva plaga en Sinaloa.
Al finalizar el periodo de protección que provee el tratamiento de la semilla, al rebasar la tercera semana de nacencia del cultivo, se sugiere con base al muestreo del PAS, asperjar uno o dos ocasiones insecticidas biorracionales (como los antes mencionados), para reducir la población de la plaga afectando en menor grado a la fauna benéfica. Posteriormente sería necesario emplear un insecticida sintético convencional con efectividad probada.
Por último cabe señalar que se desconoce cuál será el comportamiento específico del PAS en Sinaloa, ya que cada organismo responde de una manera determinada de acuerdo a las condiciones ambientales de cada localidad. El presente documento representa una alerta para enfrentar apropiadamente éste nuevo reto fitosanitario.
Para mayor información favor de comunicarse o acudir a la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte o directamente al INIFAP-Campo Experimental Valle del Fuerte, tel. (687) 896-03-21 o escriba al correo come60@yahoo.com.