Preparación del terreno
Prefiera terrenos con buena nivelación y drenaje para conseguir una buena preparación del terreno que facilite el manejo del riego.
En barrial se sugiere barbecho, rastreo y nivelación, surcar y aplicar el riego de presiembra. Es preferible sustituir el barbecho con un subsoleo, al menos una vez cada cuatro años. En aluvión, después del rastreo y nivelación trace bordos y canales y dé el riego de presiembra. Una vez que el terreno dé punto, cúbrase la humedad mediante una cultivadora de pico o rastreo e inmediatamente siembre.
Variedades
En Sonora fue desarrollada recientemente la variedad Blanoro, cuyo rendimiento potencial reporta 2.6 toneladas por hectárea, con adaptación a Sinaloa. También se cuenta con la variedad Suprema 03, además de Blanco Sinaloa-92 y Evora-98 de hábito de crecimiento convencional, así como Progreso-95 y Jamú-96 de hábito de crecimiento erecto que puede cosecharse directamente con trilladora.
Para obtener una cosecha de calidad, prefiera semilla certificada.
Siembra
- Valle del Carrizo. Siembre del 1o. al 30 de noviembre.
- Valle del Fuerte. Siembre del 1o. de noviembre al 15 de diciembre.
- Valle de Culiacán. Siembre del 15 de octubre al 15 de diciembre.
Es necesario ajustarse al período de siembra sugerido, ya que las siembras tardías (después del 10 de diciembre) se ven más expuestas a alta incidencia de mildiú desde el inicio de floración (última semana de enero y primera semana de febrero), provocando pérdidas importantes de rendimiento.
En suelos de barrial siembre a una separación de 80 centímetros a hilera sencilla; la variedad Blanco Sinaloa-92 puede sembrarse hasta con 92 centímetros entre surcos; mientras que las variedades de porte erecto como Jamú-96 y Progreso-95 son factibles de establecerse en camas de 100 ó 120 centímetros con doble hilera. En suelo de aluvión súrquese a 92 centímetros. La población de plantas por hectárea puede ir desde 120 hasta 140 mil plantas, dependiendo de la separación de los surcos, sean sencillos o dobles.
La densidad de siembra depende del hábito de crecimiento de la variedad, tamaño de semilla y método de siembra empleado.
Si se ajusta al número de semillas sugeridas por metro, la población fluctuará de 12 a 14 plantas por metro lineal de surco; mientras que en las dobles hileras tendrá de 10 a 12. Asegúrese de usar semilla certificada con un mínimo de 85% de germinación.
Riegos
En suelos de barrial se sugiere dar dos riegos de auxilio: el primero previo a la floración; es decir a los 40 días, y el segundo al iniciar el llenado de cápsulas, a los 70 días; ambos riegos deben ser ligeros y de preferencia en surcos alternos. En suelos de aluvión se sugieren 1 ó 2 riegos de auxilio, dependiendo el segundo riego de la humedad disponible al llenado de la cápsula o de la presencia de lluvias extemporáneas. La longitud de los surcos no debe exceder de 120 metros.
Los riegos pesados o las lluvias abundantes dañan al garbanzo, principalmente en la etapa de floración y llenado de vaina, ya que la planta tira flores y vainas que iniciaron su desarrollo, lo que repercute en reducción del rendimiento.
Fertilización e inoculación
Inocule la semilla preferentemente en suelos donde en los últimos dos años no se haya sembrado garbanzo, pero tenga en cuenta que fungicidas como Captán y PCNB afectan las bacterias rhizobium del suelo y el inoculante. Si usa estos productos, puede ser necesario fertilizar.
Después de una gramínea, se sugiere fertilizar con 80 kilogramos de N/ha y si el cultivo anterior fue otra leguminosa u hortaliza, aplicar de 40 a 60 kg de N/ha.. Aplique los fertilizantes al escarificar o en forma simultánea con la siembra.
Al mes de sembrado, verifique la nodulación; si es escasa o nula, aplicar inmediatamente 80 kilogramos de N/ha y efectuar posteriormente el riego de auxilio.
Aplique alrededor de 40 kg/ha de fósforo si el análisis de laboratorio reporta menos de 20 kg/ha disponibles en el suelo.
Labores de cultivo
El garbanzo debe estar libre de malezas al menos los primeros 50 días de desarrollo, mediante dos cultivos: el inicial, previo al primer riego de auxilio, cuando la planta tenga una altura de 10 a 20 centímetros, aproximadamente a los 25 o 30 días después de la siembra y el último al cierre, éstos se complementan con la utilización de picos y vertederas para levantar los surcos para los riegos.
En caso de lotes infestados de maleza, se sugiere aplicar herbicidas preemergentes como Tretox a razón de 2.0 l/ha, en presiembra.
Plagas
Las plagas más importantes son: gusano trozador, minador de la hoja, gusano soldado y gusano de la cápsula.
Larva de gusano trozador – Frank Peairs, Colorado State University, Bugwood.org
Gusano trozador. Peridroma saucia. Los adultos son palomillas de tamaño mediano y colores obscuros; las larvas son de color gris-cafesoso y llegan a medir hasta 3 centímetros de largo; durante la noche muerden las plantitas en la base del tallo ocasionando su muerte y reduciendo la población de plantas.
El daño es más importante durante los primeros los 30 días del cultivo. Haga muestreos periódicos y cuando se encuentre más de una planta trozada en 10 metros haga una aplicación dirigida a los focos de infestación. Las aplicaciones deben realizarse por las tardes, preferentemente.
Daño en hoja por minador.
Minador de la hoja. Liriomyza spp. Los adultos son mosquitas de unos 2.5 mm; de color amarillo con el dorso obscuro. Ponen sus huevecillos en los cotiledones, haciendo que la planta se desarrolle anormal o se seque por el ataque de patógenos. El minador también ataca al follaje al minar las hojas, pero este daño no se refleja en los rendimientos ya que normalmente sólo prospera hasta la etapa de floración.
El insecto hace galerías en las hojas, ocasionando defoliaciones severas cuando las poblaciones son muy altas; si esto ocurre cuando el grano está en formación, la producción y calidad decrecen, debido a que los granos no se desarrollan normalmente y quedan “chupados”. Siembras del mes de noviembre son menos afectadas. Por otra parte, este insecto es parasitado por varias especies de avispitas que generalmente mantienen a la plaga bajo control. Se sugiere realizar muestreos periódicos, para detectar las larvas parasitadas; éstas son fácilmente reconocidas por su coloración negra, cuando no están parasitadas las larvas son amarillas. Cuando el parasitismo es bajo y el daño es mayor de 20% se sugiere el control químico.
Larva de gusano soldado
Gusano soldado. Spodoptera exigua. Esta plaga se presenta simultáneamente con los ataques del gusano de la cápsula, siendo menos importante que ésta. Debe tenerse mucho cuidado de no confundir a las larvas de una y otra plaga. A diferencia de las larvas del gusano de la cápsula, las del gusano soldado son de color verde y mucho más chicas.
Se sugiere el control químico cuando los muestreos periódicos indiquen más de dos larvas por metro lineal.
Larva de gusano de la cápsula (Whitney Cranshaw, Colorado State University, Bugwood.org)
Gusano de la cápsula. Heliothis zea (Boddie) y H. Virescens. Los adultos de estas dos especies son muy diferentes entre sí. H. zea es un poco más grande y mide unos 2.5 centímetros de largo, su color es amarillo ocre, con una pequeña mancha en el centro de las alas superiores. H. virescens mide unos dos centímetros, es de color amarillo verdoso, con tres bandas oblicuas en las alas superiores.
Los huevecillos son depositados en forma aislada, generalmente sobre la yema terminal, los cuales se pueden ver a simple vista. Al ser ovipositados éstos son de color blanquisco, posteriormente se tornan amarillos y finalmente café obscuro.
Esta es la plaga principal del cultivo. Las larvas perforan la cápsula y se alimentan de los granos en formación. En siembras del mes de noviembre la incidencia de la plaga es menor.
En caso de requerirse el control químico, se sugiere hacer muestreos periódicos y al detectar más de dos larvas por cada 10 plantas hacer la aplicación. Los primeros ínstares larvales son los más susceptibles, por lo que se sugiere dirigir las aplicaciones a larvas chicas.
Enfermedades
Enfermedades del suelo (secadera de plantas)
Es importante practicar la cultura de la incorporación de los residuos vegetales e inocularlos con biofungicidas (Trichoderma viride, Bacillus subtilis) que ha su vez se reproducirán y distribuirán en el perfil del suelo y formarán un blindaje sumamente efectivo contra el complejo de hongos causantes de sacaderas de plantas. Esta práctica no la realiza el productor por falta de información pero se trata del sistema más efectivo y económico para reducir la presencia y efectos del complejo de hongos fitopatógenos del suelo.
Es fundamental la protección de la semilla; aplicar fungicidas químicos que garanticen el control de patógenos del suelo durante la germinación de las semillas; los agricultores que no lo hacen se enfrentan al problema de la pérdida de población de planta y sus costos fijos se incrementan.
Enfermedades del follaje (tizones foliares)
Fallas en el manejo. Al no haber una cultura preventiva, normalmente aparecen los problemas y no les da importancia; las enfermedades avanzan a niveles que afectan sustancialmente la integridad de hojas y flores, afectando finalmente la productividad al reducir la formación de frutos, es común escuchar al productor y sus asesores técnicos “ si hay pero hay muy poquito…..vamos a esperar que haya un poco más … “ y cuando esperan a que haya un poco más el problema ya no se puede resolver de manera económica, se intenta el control pero para tener efectividad se tiene que recurrir a productos sumamente caros, que aunque sean aplicados no pueden detener el deterioro de las plantas.
Los productos a aplicar. Se pueden aplicar productos fungicidas muy económicos que pueden prevenir las enfermedades más importantes si se busca colocarlos en la planta durante su ciclo de desarrollo y de manera adecuada; los productos tienen que aplicarse calibrando una dosis letal; protegiéndolos del deterioro al ser mezclados en aguas alcalinas.
La forma de aplicación. Un error importante es optar por la aplicación aérea; el productor se equivoca al seleccionar este tipo de aplicación porque lo que necesitamos es tener más cobertura y controlar adecuadamente los problemas; esto no es posible lograrlo con un vuelo de avión, además que es un método caro ya que se requieren al menos tres aplicaciones de productos preventivos.
El éxito del sistema es la aplicación terrestre. El productor se niega porque considera que el tractor le va a eliminar o maltratar plantas, esta es una apreciación totalmente errónea ya que existen dispositivos (separadores), que permiten el paso del tractor en el surco y va haciendo a un lado la planta, permitiendo hacer una excelente aplicación sobre el cultivo y colocando la dosis adecuada, la aspersora tendrá que ser bien calibrada, aumentar si se quiere el ancho de los aguilones para que la vuelta o besana sea más amplia y el maltrato a la planta se reduzca; así podremos llegar a realizar aplicaciones sobre el cultivo realmente efectivas y prevenir en los momentos precisos: planta de 15 a 20 cms, inicio de floración, inicio de fructificación y llenado de bolsa.
Enfermedades más comunes
Rabia del garbanzo (Robert M Harvenston)
Rabia. Fusarium oxysporum F. sp. ciceri, Rhizoctonia solani, Macrophomina phaseolina y Sclerotium rolfsii. Las plantas son atacadas a cualquier edad y el primer síntoma en las hojas consiste en una decoloración verde grisácea, seguida de un amarillamiento. Eventualmente ocurre la caída de las hojas y la marchitez parcial o total de la planta. El hongo ataca principalmente las raíces y el tallo, los cuales se tornan de color café a rojizo obscuro y muestran hifas del hongo y a veces también esporas.
Las plantas enfermas son fácilmente sacadas del suelo con un tirón leve y se puede observar necrosis en la raíz principal, en las raíces laterales y en el cuello del tallo.
El ataque del fusarium es favorecido por temperaturas entre 24 y 27 ºC.
Para la prevención de la enfermedad se deben dar riegos ligeros, evitando escharcamientos que fomenten la enfermedad y deben destruirse residuos infectados para evitar su diseminación.
Hojas con signos de roya
Roya. Uromyces ciceri arietini. Se presenta cuando existe ambiente favorable y puede causar pérdidas considerables. Las pústulas en tallos y hojas son de tamaño variable y pueden llegar a cubrir los tallos en su totalidad. Las primeras pústulas se encuentran en las partes bajas de las plantas al iniciarse la floración. Tanto en el haz como en el envés de las hojas las pústulas son de color rojizo, posteriormente se cubren de un halo púrpura que algunas veces cubre la hoja en su totalidad, dando a las plantas un aspecto rojizo, fácilmente distinguible a cierta distancia.
Cuando el ataque se presenta muy severo no hay producción de grano y si lo hay, es pequeño, arrugado y manchado.
Para prevenir la enfermedad ajústese a la fecha de siembra y use las variedades sugeridas.
Hojas con signos de mildiú velloso
Mildiú velloso. Peronospora sp. En las partes afectadas de la planta se observan áreas hundidas y de aspecto algodonoso. Este crecimiento es aparente en el haz, posteriormente el envés se amarillea y cambia a color café, con muerte prematura de las hojas. En las vainas, las lesiones son de color verde pálido al principio y después cambian a café obscuro con áreas moteadas verde claro. Las vainas infectadas quedan mal formadas y en la semilla se observa un crecimiento algodonoso de color blanco, semejando una masa de delgados filamentos.
Las esporas del hongo las disemina el viento y reifectan otras plantas cuando el clima es húmedo y frío. Bajo condiciones secas y cálidas, la enfermedad no progresa.
Ver fotografías de enfermedades.
Cosecha
Realice el corte cuando las plantas presenten un color verde amarillento y al menos la mitad de las vainas tengan un color café. El enchorizado se debe efectuar una vez que todas las vainas se tornen a un color café, y la trilla una vez que éstas estén bien secas, labor que se efectúa entre los 12 y 15 días después del corte.
En las plantas de porte erecto se efectuará la trilla directa, una vez que el follaje presente un secado completo; es decir, defoliado en un 80% con tallos y peciolos secos y el grano contenga entre 14 y 16% de humedad, para evitar pérdidas por quebrado. La operación de trilla se puede practicar con un banco tipo triguero, acondicionado con navajas convencionales; sin embargo, esta operación se efectúa más limpiamente con un banco tipo soyero con navaja del tipo Love.
Los rangos de calibre se encuentran desde 44/46 hasta 60/64 semillas en 30 gramos y la recepción de cosecha se acepta con un máximo de 1.5% de granos verdes y cafés, libres de plaga viva o muerta, exentos de granos picados por gorgojo y con un máximo de 2.5% de granos comidos por gusanos.