Siembra

A nivel nacional prevalecen huertas de aguacate con árboles de alto porte, con copa abundante y alrededor de 100 árboles por hectárea, pero la tendencia es a altas densidades con plantaciones de 300 a 400 árboles por hectárea para aumentar el rendimiento por hectárea.

Bajo este escenario, la correcta elección de la distancia de plantación es fundamental en el éxito de una plantación de aguacate no solo por la mayor producción que se puede lograr en los primeros años, sino que también por la mayor facilidad y seguridad en las labores que permiten los árboles de porte pequeño en marcos de plantación de 3 x 3 m.

Estos marcos de alta densidad requieren de un árbol formado en un sistema que permita su correcta adaptación a la distancia de plantación y que las plantas no solo sean fáciles de manejar sino que también sean capaces de lograr la mayor eficiencia productiva posible, a través de un mayor aprovechamiento de la luz incidente. En el caso de los huertos establecidos a 3×3 m la conducción se basa en un árbol de altura máxima de 2.4 m, eje con un radio de copa de un metro, permitiendo de esta forma la iluminación del follaje en todos los sectores de la planta.

Otro punto importante es el intercalado de variedades polinizantes . El papel que desempeña la especie polinizante es la de favorecer la polinización cruzada y con ello, mayor capacidad de producción de frutos.

Poda

La poda constituye una labor importante en los frutales; de ella depende el éxito que se desea alcanzar; sin embargo, es desconocida por muchos fruticultores.

Un árbol sin podas origina una ramificación basal múltiple con ángulos muy cerrados que son muy susceptibles al desgajamiento debido al peso de la cosecha y por vientos fuertes. También, se debe considerar que la luz solar alcanza a penetrar al follaje del árbol, en un radio no mayor de 2 metros, por lo que solo en los primeros años hay producción en las ramas internas. En adelante el árbol presenta fructificación periférica, con muchas ramas improductivas en el interior de la copa; con mayor presencia de plagas y enfermedades y dificultan las labores de cosecha y tratamientos químicos.

La poda se realiza para formar la copa de los árboles en las primeras etapas de desarrollo, y posteriormente para controlar el tamaño de los árboles a una altura que permita manejar eficientemente la plantación, rejuvenecer los árboles y recuperar la productividad y calidad perdida, mantener la productividad año tras año, favorecer la captación de luz y tener una ventilación adecuada del huerto que minimice los riesgos de plagas y enfermedades.

Nutrición.

La nutrición es de esencial importancia, ya que de ello dependen factores como resistencia de plagas, enfermedades, productividad y longevidad del árbol. Estas dos últimas se derivan de factores de tipo genético, pero influenciadas por la nutrición que se proporcione durante su manejo. El sistema radicular del aguacate no es muy extenso pero pivotante y profundo, careciendo además de abundantes pelos radiculares. Esto hace que requiera de alta cantidad de nutrientes de rápida disponibilidad para satisfacer su acelerado crecimiento y altos rendimientos. Por lo que se recomienda aplicar el fertilizante en el mayor número de fracciones posible.

Por otra parte, la extracción de elementos nutritivos, sobre todo de nitrógeno y potasio, pronto agotan la reserva natural del suelo, por lo que la práctica de fertilización debe efectuarse no sólo para nutrir el árbol, sino para mantener los niveles de fertilidad de la zona radicular necesaria para el equilibrio y sostenibilidad del recurso suelo.

Las épocas de mayor demanda son: Floración, inicio de desarrollo vegetativo y desarrollo del fruto

Para huertos de temporal, se recomienda la primera fertilización al inicio de las lluvias. La segunda fertilización, aprovechando las últimas lluvias. Y una tercera con riego en febrero a marzo. Para huertos que disponen de agua o riego de alta frecuencia, la fertilización se aplica de acuerdo a la fenología del cultivo distribuida en todo el ciclo de producción.

Plagas

Los insectos y ácaros asociados al cultivo, varían de región en región y considerando la gama de condiciones ecológicas y variedades nativas y mejoradas que se encuentran en el territorio Mexicano, es de esperarse que existan diferentes patrones de diversidad.

Los barrenadores de las ramas y tronco y de la semilla del aguacate son las plagas que tienen un mayor impacto económico, debido a las prácticas fitosanitarias aplicadas para su manejo y control. Estas plagas provocan restricciones cuarentenarias para la exportación. Otras plagas que han adquirido importancia en los huertos comerciales de aguacate son los trips, los cuales pueden provocar la deformación de frutos, disminuir su calidad estética y limitar su comercialización en el exterior. También dos especies de ácaros de las hojas del aguacate requieren de manejo especial, ya que son de amplia distribución y sus altas poblaciones pueden afectar el desarrollo normal de los árboles.

Trips. El principal daño lo causan cuando se alimentan de frutos en estado de “canica” o “cerillo”, en los cuales provocan deformaciones en la superficie del pericarpio en forma de protuberancias o crestas, deformaciones que son más evidentes en los frutos ya maduros.

Para detectar esta plaga se recomienda tomar una inflorescencia y sacudirla sobre una hoja de papel blanca, sin desprenderla de la rama. Si en la hoja se observa la presencia de pequeños insectos, se sugiere repetir el ejercicio en otros árboles, seleccionados al azar y distribuidos en toda la huerta. Si la presencia de este insecto se encuentra en más de 5 inflorescencias se recomienda aplicar una medida de control.

Ácaros: Tetranychidae.- Los ácaros pueden provocar daños de ligeros a severos. Son el grupo más importante como plaga en diversos cultivos después de los insectos y generalmente ambos grupos de artrópodos se encuentran asociados. Los ácaros fitófagos en general presentan quelíceros estiletiformes, pequeñas agujas punzantes, que penetran los tejidos de las plantas de las que se alimentan provocando clorosis, deformación de las áreas en crecimiento, engrosamiento y necrosis del tejido, y en algunos casos transmisión de enfermedades. Las especies pueden atacar el follaje, flores y frutos. Las pérdidas por los daños ocasionados por estos organismos en los diversos cultivos son cuantiosas

Es recomendable una constante supervisión del huerto mediante la revisión del follaje para detectar los brotes de plagas. El daño lo causan al succionar la savia de las hojas ocasionando defoliaciones. Se presentan durante los meses calurosos y secos del año; ocasiona una coloración rojiza en las hojas y al aumentar la incidencia de la plaga, las hojas se tornan cenizas, luego amarillentas hasta caerse.

Lepidópteros.- El aguacate es preferido por insectos y ácaros que a pesar de estar presentes de manera continua, sus niveles poblacionales generalmente son bajos y no son sujetos de medidas de control. En esta categoría se ubican insectos defoliadores principalmente lepidópteros y algunos coleópteros. A pesar de que los lepidópteros son considerados como “plagas secundarias” del aguacate, su asociación biológica puede cambiar y deben ser considerados como parte de la diversidad de artrópodos.

Barrenadores.- Son las plagas más importantes del cultivo y que requieren una especial atención, destacando los barrenadores pequeños del hueso del aguacate (Conotrachelus perseae Barber y C. aguacatae Barber) , barrenador grande de la semilla (Heilipus lauri Bohemann), la palomilla barrenadora del hueso (Stenoma catenifer Walsingham) y el barrenador del tronco y ramas (Copturus aguacatae). Son consideradas como especies de importancia cuarentenaria para nuestro país, y cualquier medida de control debe contemplar la aplicación de la Norma Oficial Mexicana NOM-066-FITO-2002, por la que se establecen los requisitos y especificaciones fitosanitarias para el manejo fitosanitario y movilización del aguacate

Enfermedades.

Las enfermedades afectan la producción en 40 % y ocupan un renglón importante por el número, intensidad y factor que incrementa los costos de producción, ya que se requieren de seis a siete aplicaciones de pesticidas para su control, acompañadas por prácticas culturales y de manejo. Del total de enfermedades que afectan al cultivo, 19 son de origen fungoso, dos de tipo bacteriano, una por algas y otra por un viroide. De éstas, sólo cinco se consideran de importancia económica por afectar la calidad y cantidad de la cosecha, como la antracnosis, la roña, el anillamiento del pedúnculo, la tristeza y problemas post cosecha. Se hace una breve descripción:

Antracnosis.- La provoca el hongo Glomerella cingulata en la fase sexual (teleomorfo) y en la etapa asexual (anamorfo) se conoce como Colletotrichum gloeosporioides. Económicamente es la enfermedad más importante a nivel mundial, tanto en condiciones de campo, donde el hongo ataca hojas, ramitas, inflorescencias y frutos, como en postcosecha, donde afecta los frutos en almacén y causa pérdidas de valor comercial de los mismos. Los síntomas se manifiestan sobre diferentes partes de la planta: en las hojas aparecen pequeñas manchas de color café claro que aparentan ser más grandes cuando llegan a juntarse. En brotes tiernos se observan abultamientos superficiales sobre el tejido, síntoma conocido comúnmente como sarampión, pudiendo secar las partes atacadas. Daña las flores, originando la caída de estas o el aborto de los frutos. En frutos, inicialmente se presentan manchas circulares pequeñas, de color café a negro y consistencia corchosa, denominada “viruela” o “clavo”. El hongo infecta durante periodos cálidos y lluviosos; los frutos son susceptibles desde su formación hasta la cosecha. El hongo es incapaz de colonizar tejidos verdes debido a la presencia de un compuesto anti fúngico en la epidermis del fruto. Durante la maduración, los niveles del compuesto anti fúngico declinan, lo que permite que se active el crecimiento del hongo y se acelera la pudrición del fruto

La remoción de hojas y frutos infectados reduce los niveles del hongo. Podas: la eliminación de ramas mejora la ventilación al interior del árbol, lo que disminuye las condiciones favorables para la enfermedad. Además, niveles óptimos de nutrientes minerales (Mg, Ca y Mn) en hojas y frutos, incrementan el nivel de resistencia natural.

La enfermedad se controla con aplicaciones de oxicloruro de cobre, manzate y benomilo . En caso de que el huerto se encuentre con fruto y se presente una granizada, se recomienda una aplicación inmediata de un fungicida, debido a la alta humedad en el ambiente y a las heridas por el granizo que favorecen la infección y dispersión del hongo. Si no se realiza esta recomendación, en tres días la enfermedad puede incrementarse notablemente.

Roña del aguacate.- Es provocada por Elsinoe perseae y junto con la antracnosis (Glomerella cingulata) son las enfermedades fungosas de mayor importancia. La roña está ampliamente distribuida y por los daños que causa en el fruto, reduce significativamente el valor comercial. Su ocurrencia constante y control obligado impacta negativamente en los costos del cultivo. El hongo invade frutos, hojas y ramas jóvenes. Los frutos recién polinizados y hasta completamente formados son susceptibles y pueden presentar lesiones superficiales de color café y de textura corchosa. Este daño es más común en frutos criollos o nativos debido a que son muy susceptibles a la enfermedad.

Tristeza del aguacate.- El agente causal es Phytophthora cinnamomi, un parasito facultativo y cosmopolita, que vive en el suelo y pudre las puntas de raíces alimenticias con diámetro menor de 5 mm produciendo una coloración café negruzca. Las raíces dañadas se quiebren fácilmente. La absorción de agua y su transporte ascendente se reduce, originando los síntomas en el follaje.

Cuando el árbol transpira más agua que la que absorbe, debido a la pudrición radical, empieza a mostrar síntomas de marchitamiento de hojas o tristeza. La falta de agua también reduce la capacidad de las hojas para formar clorofila, y esto causa clorosis o amarillamiento de las hojas. Las hormonas que controlan la caída de hojas también se afectan por la deficiencia de agua y esto causa la caída prematura de hojas. P. cinnamomi también puede atacar la base del tronco y causar pudriciones en forma de manchas oscuras con exudaciones azucaradas y apariencia blanquecina. El fruto que se infecta por salpique del agua o contacto con suelo infestado presenta una pudrición firme de coloración café o negra.

Como medidas de control se sugiere utilizar plantas provenientes de semilla y suelo desinfectado. Al establecer la plantación es conveniente nivelar el suelo a fin de evitar que la planta quede hundida y se formen encharcamientos. No aplicar riegos pesados. Uso de porta injertos resistentes.

Poda de los árboles enfermos, aplicación de materia orgánica al suelo, uso de hongos antagónicos, manejo adecuado de fertilización, materia orgánica, riegos y plagas

Malezas

Las malezas son un problema para las plantaciones de aguacate, compiten por nutrientes, agua, espacio y luz. Aumentan los costos, reducen los rendimientos y la calidad del fruto. En plantaciones en producción crean microclimas desfavorables bajo los árboles que sirven de hospederos alternos para enfermedades y plagas.

Sin embargo, no es recomendable mantener el suelo desnudo, ya que en estas condiciones está sujeto a la erosión; es mejor tener un cultivo de cobertura de plantas leguminosas entre los árboles, que por su aporte de nitrógeno resultan las mejores.

Riegos

El agua es vital en la producción de frutales y cultivos anuales. En el caso del aguacate, se requiere tener el suelo con el agua disponible para la planta, sobre todo en las etapas de floración, amarre del fruto y desarrollo del mismo. Por lo tanto, el manejo simultaneo de agua y nutrientes debe permitir una mayor eficiencia en el riego y los fertilizantes aplicados. Además, la cantidad de agua a aplicar va a cambiar en función de la edad del árbol, ya que sus requerimientos no son los mismos para árboles de un año de edad que árboles adultos en producción y de más de siete años.
Durante la temporada de lluvias se pueden ahorrar algunos riegos de auxilio, dependiendo de la cantidad de las precipitaciones. Los riegos se requieren con mayor frecuencia en la etapa de inicio de floración hasta floración normal.

Cosecha

Esta comienza con árboles injertados a partir del tercer año, la recolección es uno de los factores que más influye en el éxito del mercadeo.

Dentro de las consideraciones generales a tomar en cuenta para la cosecha de aguacate están las siguientes:

  • Que el color externo del fruto pierda brillantez
  • Que el fruto haya alcanzado su máximo tamaño, según el tipo o variedad.
  • Que la membrana que envuelve la semilla se haya tornado de un color oscuro.
  • Utilizar las herramientas y equipo adecuados para el corte y transporte de las frutas del huerto al almacén.
  • Para su cosecha es necesario utilizar las bolsas especiales que permiten cosechar adecuadamente los frutos.
  • El personal encargado de cosechar los frutos deberá ser capacitado a fin de evitar golpes innecesarios y además que puedan realizar el corte del pedúnculo a un cuarto de longitud que es lo recomendable para aguacates de exportación.
  • Luego del corte deberán colocárseles en cajas de madera o plástico para ser transportadas al galpón de almacenamiento temporal.
  • Descartar fruta de árboles cloróticos o enfermos
  • Descartar fruta con antracnosis, roña, daños por trips, ácaros etc.
  • Evitar golpes de las frutas en las cajas de cosecha
  • El vehículo debe manejarse cuidadosamente en la carretera para evitar volcaduras de cajas o muchos golpes de las frutas.
Poscosecha del aguacate

El tiempo de conservación del aguacate depende esencialmente del estado de madurez en el que la fruta sea cosechada y de los cuidados dispensados durante su manoseo. Las frutas cosechadas totalmente maduras, como también aquellas que no alcanzaron su madurez fisiológica o desarrollo completo deben ser rechazadas para su conservación.

Los aguacates se conservan muy bien en cámaras frigoríficas durante cuatro semanas. Todas se mantienen bien a 7ºC y una humedad relativa del 85% a 95%. La concentración de CO2 debe ser de alrededor del 10%.