Variedades

Las variedades recomendadas son: Cocorim 92, Yaquimi 92, Deltapine 90, Stoneville 825, Deltapine 5415 y Deltapine 16. La industria algodonera dispone también de materiales transgénicos que se pueden sembrar.

Época de siembra

Del 15 de noviembre al 15 de diciembre. Siembras posteriores enfrentan problemas por la alta incidencia de la mosca blanca.

Siembra

Surcos a 92 centímetros de separación, a tierra venida y en el fondo del surco, con un ligero levante de surco durante la siembra. En siembras en seco, la semilla debe depositarse sobre el camellón del surco. La población por hectárea es de 66,000 plantas.

La dosis de semilla es de 30 kilogramos para una población de 10-12 ppm de surco en suelos de barrial; en aluvión, se sugiere una población de 8 a 10 ppm de surco.

Riegos

Es muy importante mantener buena humedad desde el inicio de la floración hasta la madurez del cultivo.

Normalmente el primer auxilio se requiere a los 80-90 días después de la siembra, el segundo a los 120-130 y el tercero a los 150-160 o un poco más tarde hasta el inicio de la apertura de los primeros capullos.

En aluvión, el primer auxilio normalmente se aplica a los 110-120 días y el intervalo de los siguientes es mayor que en barrial.

Fertilización

En suelos de barrial se sugiere aplicar fósforo en presiembra y el nitrógeno en el primer riego de auxilio ó 50% durante la siembra y el resto durante el aclareo. El cultivo necesita abundante reserva de nutrimentos que deben estar disponibles en un período relativamente corto.

La tasa de absorción del nitrógeno por la planta es más alta cuando los capullos empiezan a llenar.

El fósforo es esencial para el crecimiento vigoroso de las raíces y la parte aérea. Debido a la relativamente alta concentración de fósforo en la semilla (0.7%), las plantas jóvenes rara vez son deficientes en fósforo. La deficiencia se caracteriza por poco crecimiento y un color verde obscuro y reducción en la fructificación.

Labores de cultivo

Después de cada riego debe darse una escarda y posteriormente levantar el surco para el siguiente riego. Estos trabajos ayudan al mejor crecimiento de la planta y reducen el riesgo de acame.

Combate de maleza

Si se dificulta el combate por medios mecánicos se sugieren dos aplicaciones de herbicidas; una en pre-emergencia incorporada para el control de malezas de hoja ancha y angosta, en banda a 30 centímetros sobre el hilo de la siembra y una segunda aplicación al cierre del cultivo, sobre el fondo del surco, evitando el contacto del producto con el follaje.

Plagas

El manejo integrado de plagas es una buena estrategia para reducir el costo de control de plagas, combinando métodos de control con variedades resistentes, labores culturales, liberación de insectos benéficos y control químico.

Desde el inicio de su desarrollo el algodón es atacado por diversas plagas y puede resentir daños en la raíz, hoja, cuadros o botones florales y bellotas si no se realiza un control eficiente de los insectos dañinos.

Contra gusanos trozadores, en la primera etapa del cultivo, se sugiere aplicar insecticidas cuando se observen más de 2 plantas trozadas por metro de surco; contra pulgones, cuando se observen más de 5 pulgones o trips por hoja.

Mantenga especial vigilancia contra las plagas de gusano bellotero y picudo.

Si su algodón colinda con otros cultivos donde sean frecuentes los tratamientos con insecticidas, acorte el tiempo entre monitoreos.

Ver fotografías de plagas.

Ver fotografías de enfermedades.

Defoliantes

Los aceleradores de madurez ayudan a la apertura de capullos de las bellotas del primer tercio superior de la planta, que normalmente requieren más tiempo para abrir.

El defoliante con el que se desnuda a la planta contribuye a una pizca más limpia, pero debe aplicarse cuando el 75-80% de los capullos estén abiertos.

Cosecha o pizca

Se debe cosechar lo más seco posible para evitar que se mezclen hojas o cajilla con la fibra, ya que ello disminuye la calidad del algodón.

Desvare y barbecho

Destruya su soca a más tardar 15 días después de concluida la cosecha.

Esta medida contribuye a romper el ciclo biológico de plagas como el gusano bellotero y el picudo que son los más dañinos al cultivo.