Ninfa recién nacida: Las ninfas recién nacidas son amarillentas, de coloración uniforme, destacando los ojos oscuros.
Ninfa de áptera: La ninfa recién nacida pasa por cuatro estadios, en los que efectúa la correspondiente muda del exoesqueleto, originando el último estadio la adulta áptera. Son de color variable, verdes, amarillas o rosadas. Su cuerpo puede presentar algunas manchas oscuras.
Ninfa de alada: Son de coloración variable, verdes, amarillas o sonrosadas.
Adulta áptera: Es de forma generalmente ovalada, mayor longitud que la hembra alada (entre 1.5 y 2.5 mm). Su cuerpo es de color verde pálido o verde amarillento, con manchas longitudinales oscuras, aunque a veces aparecen coloraciones rojizas o rosadas. Tiene antenas largas, claras en su base, pero se oscurecen gradualmente hacia el ápice. No posee tórax y abdomen separados. Presenta un aparato bucal chupador-picador.
Adulta alada: De forma menos ovalada que la áptera, con una coloración variable. La cabeza es oscura y el tórax negro brillante, mientras que el abdomen es de color verde, con una mancha dorsal negra. Las antenas son ligeramente más largas que el cuerpo, de color oscuro, con la base del tercer segmento de color claro. Los ojos son de color rojo.
El ciclo de este pulgón es holocíclico, teniendo como hospedantes primarios especies de distintos géneros, a los que se trasladan las hembras sexúparas, para depositar los huevos. Estos huevos pasan el invierno y de ellos salen en primavera las hembras fundadoras ápteras, que darán origen a adultas aladas. Estos individuos alados emigran a huéspedes secundarios, como las especies hortícolas y ornamentales, donde se reproducen por partenogénesis.
Cuando las condiciones climáticas son adversas aparecen individuos alados que se trasladan al hospedante primario donde se cierra el ciclo.
Los pulgones pueden reproducirse tanto sexual como partenogenéticamente. De éstas, la partenogénesis es la que predomina. La reproducción sexual parece encaminada a cumplir los objetivos de mantener la riqueza genética de las especies y originar el estado de huevo, capaz de soportar las condiciones ambientales más extremas.
Una característica especial de esta plaga es la viviparidad, cuando la reproducción es partenogenética. Esto significa que la hembra pare directamente a las ninfas que se han desarrollado previamente en su interior. Esta característica permite un rápido crecimiento de las poblaciones, ya que todos los individuos de la colonia originan nuevas ninfas, sin que exista un tiempo previo, como ocurre con las plagas ovíparas. Las ninfas recién nacidas contienen ya embriones en desarrollo en su interior.
Puede observarse durante todo el año, si bien las densidades poblacionales varían en función de las condiciones ambientales y alimenticias.
La temperatura óptima para el desarrollo de Myzus persicae es de 26ºC, habiéndose observado una duración de su ciclo de 7 días a 24ºC. Por encima de 30ºC prácticamente no se reproduce. Puede sobrevivir a temperaturas muy bajas, aunque valores del orden de los 6ºC producen una inmovilización del áfido.
El fotoperíodo y la calidad de la luz afecta a la tasa reproductiva y tiempo de desarrollo y capacidad de vuelo.
Los pulgones, se distribuyen en cultivos de invernadero, normalmente por focos.
Las primeras colonias suelen formarse en las zonas cercanas a las bandas. Cuando existe un importante desarrollo de las plantas, o una gran cobertura vegetal en el momento de la invasión, los pulgones ven limitada su distribución y permanecen normalmente en las bandas. Sin embargo, si existe menor densidad y cubierta vegetal, como sucede en estados fenológicos más tempranos, la distribución de los pulgones es más aleatoria y puede alcanzar a toda la parcela.
Se sitúan normalmente en el envés de las hojas. La distribución en plantas de una misma calle o línea es unas tres veces más rápida que en plantas de líneas o calles distintas, variando también según la densidad del cultivo y el marco de plantación.
Los pulgones prefieren para alimentarse los órganos de las plantas jóvenes, tiernos y en desarrollo.
Los adultos y las ninfas extraen de una forma pasiva la savia elaborada, cuando la presión es suficiente. Siempre en grandes cantidades para compensar su escasa riqueza en aminoácidos.
Al absorber la savia de las plantas provocan debilitamiento generalizado, que se manifiesta en un retraso en el crecimiento y amarilleamiento de la planta, lo cual está en relación con la población de pulgones que soporta.
Durante la alimentación, los pulgones inyectan saliva que contiene sustancias tóxicas ocasionando deformaciones de hojas, como enrollamiento y curvaturas.
Puede transmitir el virus AMV (Virus del mosaico de la alfalfa), el virus CMV (Virus del mosaico del pepino) y el virus PVY (Virus Y de la papa).
La melaza segregada por esta plaga favorece el ataque del hongo que ocasiona la fumagina, que merma la capacidad fotosintética de la planta, así como la respiración de ésta, pudiendo además depreciar la calidad de la cosecha y dificultar la penetración de los fitosanitarios.
Los pulgones o áfidos cuentan con decenas de enemigos naturales que ayudan a reducir sus poblaciones en la región. Los más importantes son la avispita lisiflebus Aphidius testaceipes, las catarinitas Hippodamia convergens y Cycloneda sanguinea, las larvas de moscas sirfides (varias especies) y las crisopas Chrysoperla rufilabris, Ch. comanche, Ch. externa y Ch. carnea. Dentro de los entomopatógenos, los mas comunes son Verticillium lecanii (Verti-Sin®) y Entomopthora virulenta (Vektor®).
Dado que los pulgones transmiten virus de estilete (no circulativos), se recomienda realizar aplicaciones de aceites insecticidas (Saf-T-Side®) preventivas o en el momento del arribo de la plaga, cuando se detecten los primeros pulgones alados en las trampas amarillas; el aceite forma una película delgada en la superficie de las plantas y las partículas virales quedan atrapadas en el aceite, en el momento en que el insecto introduce el estilete para alimentarse. El aceite puede utilizarse en las plantas de las barreras vivas o del cultivo trampa. En siembra indirecta se recomienda tratar las plantas antes del trasplante con insecticidas sistémicos (Confidor®, Actara® o Clutch®) y/o usarlos en el sistema de riego.
Reino: Animalia
Phylum: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Homoptera
Suborden: Sternorrhyncha
Familia: Aphididae
Género: Myzus
Especie: M. persicae