La enfermedad puede ser causada por diferentes virus, como lo son: Jaspeado del Tabaco, Mosaico de la Alfalfa, Mosaico del Pepino, Mosaico del Tabaco, “Y” de la Papa, Marchitez Manchada del Tomate, Geminivirus, entre otros. Estos agentes causales, también pueden afectar en mayor o menor grado, a otros cultivos importantes como lo son tomate, papa, chile, calabacita, pepino y sandía, entre otros. Las enfermedades causadas por virus constituyen un factor que limita la producción de tomate de cáscara, con pérdidas frecuentes hasta de 100%.
Las plantas enfermas presentan mosaico, moteado, palidez, amarillamiento, achaparramiento y enchinamiento; también bronceado, quemaduras en las punta de las ramas, deformación de hojas y tallos. Los frutos pueden ser escasos y de menor tamaño, lo que depende de la etapa del cultivo al momento de la infección.
Condiciones favorables.
Al terminar la temporada de cultivo de tomatillo, durante el verano, los virus permanecen albergados en la maleza, o en las socas de otros cultivos de hortalizas.
La virosis se transmite mediante insectos como pulgones, moscas blancas y trips, que adquieren a los virus al picar y chupar, o raspar a las plantas de cultivo y maleza infectadas, especialmente aquellas que están cerca de las nuevas plantaciones. Estos insectos vectores, después de adquirir el virus vuelan a las plantaciones de tomatillo, transmitiendo la enfermedad que es incurable. Una vez que aparecen las primeras plantas enfermas en el nuevo cultivo, los virus se diseminan a las plantas sanas, mediante los mismos insectos vectores y en algunos casos también a través de los deshierbes, aclareos, cortes de frutos y cualquier agente que cause heridas en el follaje.
Las plántulas producidas en semilleros bajo invernadero, pueden infectarse, cuando las naves no están protegidas contra el acceso de los insectos vectores.
Aunque algunos de los virus que afectan al tomatillo, se pueden transmitir por semilla en otros cultivos hospedantes (como tomate y chile), a la fecha no se han detectado a estos agentes en las semillas de tomate de cáscara analizadas en Sinaloa.
A la fecha aún no hay variedades de tomate de cáscara resistentes a virosis. Las siguientes medidas de manejo, son de utilidad cuando se practican de manera integrada.
Se debe de sembrar en la época recomendada, que en el Norte de Sinaloa es del 1 de septiembre al de 31 de diciembre. Las siembras tempranas o tardías, están más expuestas a las altas poblaciones de insectos vectores y en consecuencia corren mayor riesgo de virosis.
La semilla a utilizar deberá de ser de vigor comprobado y libre de organismos dañinos. En el caso de trasplantes, el material se deberá de producir en invernaderos protegidos de los insectos, en charolas desinfectadas convenientemente, evitando reutilizar los sustratos y regando con agua libre de contaminantes.
Se sugiere establecer las plantaciones en las zonas aisladas de otros cultivos de hortalizas, sobre todo si éstos están viejos, descuidados o abandonados.
Es necesaria la eliminación oportuna de maleza dentro de la huerta y al menos 100 m alrededor de esta, para disminuir el riesgo de contaminación. Algunas de las especies de maleza a las que hay que prestar mayor atención, porque pueden estar contaminadas con virus que afectan al tomatillo son: batamote (Baccharis glutinosa L.), chamizo (Salsola kali L.), chicura (Ambrosia ambrosioides L.), correhuela (Convulvulus arvensis L.), chual (Chenopodium album L.), higuerilla (Ricinus communis L.), huichori (Polygonum sp.), meloncillo de coyote (Cucumis melo L. Var. agrestes Naudin), mochi (Boerhavia sp. ), mostacilla (Sisymbrium irio L.), tabacón (Nicotiana glauca Graham), toloache (Datura stramonium L.), tomatillo silvestre (Physalis wrightii Gray), zacate pinto [Echinochloa colona (L.) Link.] y zacate salado [Leptochloa filiformis (Lam.) Beauv.].
En los cultivos nuevos, durante el primer mes, al detectar las primeras plantas enfermas se deberán de eliminar de inmediato. Antes de realizar este saneamiento, se aconseja realizar una aplicación de insecticida, para eliminar los posibles insectos vectores y así disminuir riesgo de que éstos diseminen a los virus a las plantas sanas vecinas.
El manejo del cultivo y en particular, el de los insectos vectores deberá de realizarse bajo la asesoría de un experto, con el fin de obtener mejores niveles de control y proteger a los organismos benéficos.
Enfermedades del Tomate de Cáscara en Sinaloa. Folleto técnico #31. Agosto de 2008. Campo Experimental Valle del Fuerte. INIFAP