La ingeniería genética en el desarrollo de híbridos de maíz ha avanzado significativamente, de modo que el potencial de rendimiento es hoy superior en dos o tres veces al que se tenía hace 10 ó 12 años, de modo que cada marca tienen excelentes materiales que se comportan mejor, en función de las condiciones en las que se establezcan.

Pero ante la necesidad de decidir que híbrido sembrar, conviene recordar que el tamaño y la forma de la semilla no son la mejor manera de hacer una buena selección, pues el rendimiento, depende del híbrido, no de la forma o el tamaño de semilla que se siembra.

Esta demostrado que los tamaños grandes, no son mejor que los redondos pequeños. Germinan igual de rápido y emergen igual de vigorosos.

Aunque hay otro lado de este asunto de la selección de la semilla, y se llama DINERO. La preferencia por un tamaño específico de semilla puede implicar el pagar 15 a 25% más por semilla de herencia genética idéntica.

Existen argumentos sobre ambos lados de la controversia sobre el tamaño de semilla. Los agricultores a favor de los tamaños grandes argumentan que tiene un contenido alimenticio mayor, el que en una primavera lenta, le dá una oportunidad de supervivencia, que puede significar una población adicional.

Probablemente la razón más importante por la que se necesita ser versátil, es que las cruzas simples y las cruzas triples, no producen la proporción alta de granos como lo hacen las cruzas dobles. Para conseguir semilla de ciertos híbridos, puede usted tener que conformarse y usar otro tamaño del que usted realmente quiere.

Una excusa que se escucha de algunos agricultores, para no cambiar de tamaño de semilla es que toma demasiado tiempo el detenerse y cambiar platos de la sembradora, pero existen ventajas en detenerse y cambiar platos. Dá una oportunidad de limpiar los botes e inspeccionar la sembrador. Es la ocasión de encontrar las partes desgastadas o quebradas que tardo o temprano darán un verdadero problema.

Considere los costos

Otra razón para considerar el cambio, es una de naturaleza económica. Los costos de semilla por hectárea se han elevado mucho en los últimos años, debido a las más altas densidades de población, o al cambio a semillas de cruzas simples, que son más costosas.

Hay varias formas de analizar sus costos de semilla. El más sencillo es el de comparar el costo por bolsa. La semilla de híbrido de cruza simples es, por lo general, más costosa que la de cruzas triples.

Las compañías semilleras pueden y deben dar información sobre cuantas hectáreas pueden sembrarse con una bolsa, para una buena población. Así puede usted calcular rápidamente el costo por hectárea, dividiendo las hectáreas que siembra entre el precio por bolsa.

También pueden analizar su costo en base del costo por mil semillas. Determine esto obteniendo el número de semillas (en miles) por bolsa, y dividiéndolo entre el precio por bolsa. Esta información también es útil si se quiere comparar el costo de semilla para diferentes densidades de población.

Tamaño y forma de semilla

Las discusiones sobre tamaño de semilla giran alrededor de porque las amplias variaciones en tamaños y formas de semilla, y precio.

Es muy fácil ver que los híbridos de cruza doble se producen en una mazorca de apariencia normal. Son relativamente simples de producir comercialmente, y logran una producción alta de granos planos grandes. La semilla de esta clase de híbridos es relativamente baja en precio, y disponible en las formas y tamaños más populares.

Las variaciones de tamaño de mazorcas tipifican los problemas que enfrentan los productores de semilla. Para empezar, las mazorcas son pequeñas y de bajo rendimiento, la proporción de granos planos es muy alta. Estos, más varios problemas de producción, explican su precio más alto.

Con el objeto de hacer factible la producción de ciertas cruzas simples, las compañías semilleras tratan de vender no solamente los planos, sino tanto de la semilla (exceptuando los descartes) de la mazorca de la cruza simple, como les sea posible. Para lograr esto, ofrecen lo que equivale a descuentos substanciales, en los tamaños y tipos de semillas, de un híbrido dado.

Conclusiones

Muchos trabajos se han hecho con relación al efecto del tamaño de la semilla de maíz para siembra.

Todos concuerdan en que el tamaño de la semilla, prácticamente no afecta el comportamiento del híbrido que producen en el campo.

La única pequeña diferencia apreciable, es la de plantas jóvenes ligeramente más grandes, diferencia ésta que se supera en el desarrollo posterior.

Los híbridos de maíz, por tanto, deben seleccionarse en base, no del tamaño de la semilla, sino del comportamiento que se conoce o se espera del híbrido mismo.

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