La mancha bacteriana originada por Xanthomonas campestris pv. vesicatoria es uno de los problemas fitopatológicos importantes en diversos lugares donde se cultiva tomate y chile. En Sinaloa, esta enfermedad afecta seriamente las hortalizas antes mencionadas, principalmente cuando se presentan lluvias y rocíos intensos debido a que estas condiciones generan un ambiente que favorece el desarrollo del patógeno y dificultan su control. Los síntomas típicos de la enfermedad en las hojas son pequeñas manchas obscuras e irregulares de apariencia grasosa, la infección generalmente inicia por las hojas más viejas; las manchas también se presentan en pecíolos, pedúnculos florales y frutos. La importancia de la bacteria antes mencionada se debe a que incrementa los costos de producción y reduce la cantidad y calidad de los frutos de tomate. Una de las prácticas más importantes para el manejo de esta enfermedad es la utilización de agroquímicos a base de cobre, zinc, mancozeb y antibióticos como estreptomicina, y tetraciclina, entre otros. Por tanto, resulta conveniente estudiar el efecto de nuevos productos sobre el combate de la mancha bacteriana, con el propósito de presentar varias alternativas contra esta enfermedad; es así como surgió la necesidad de realizar el presente trabajo, cuyo objetivo fue conocer la efectividad de los productos citrobio y honvir sobre Xanthomonas campestris pv. vesicatoria en el cultivo de tomate.
Sintomatología. La mancha bacteriana en las hojas de tomate inicia con pequeñas manchas obscuras irregulares de apariencia grasosa, las cuales miden de 1 a 5 mm; estas lesiones posteriormente se rodean de un halo clorótico y en el centro frecuentemente se aprecia el exudado bacteriano. Las lesiones pueden unirse y formar una mancha de mayor tamaño que al envejecer forma un contorno anguloso e irregular de color pardo oscuro (Figura 1). Bajo condiciones de campo, la enfermedad aparece inicialmente en las hojas más viejas y después avanza hacia las hojas más nuevas. La bacteria también puede infectar tallos de plántulas, pecíolos, pedúnculos florales y frutos (Fernández, 1975).
Patógeno. Esta enfermedad es originada por la bacteria Xanthomonas campestris pv. vesicatoria; se reconoce por tener los siguientes características: forma de bastón de 0.4-0.17 x 0.7-1.8 um, con un flagelo en posición polar, gram negativo, aeróbica, catalasa positiva; no reduce nitratos, ni utiliza asparagina como fuente de carbono y nitrógeno. Las colonias formadas sobre medio de cultivo son color amarillo, de aspecto mucoide, circulares, convexas y brillantes (Fernández, 1975; Núñez 1998; Schaad, 1988).
La mancha bacteriana es muy resistente a la desecación y puede sobrevivir en el suelo largos períodos en residuos vegetales, se ha comprobado que a pesar de ser un parásito de partes aéreas, puede vivir en el suelo infectando raíces de cultivos hospedantes (Goto, 1990). Una de las principales fuentes de diseminación de la bacteria es la semilla, en donde puede estar superficialmente o en su interior (en semilla seca puede sobrevivir 16 meses), en invernadero, las plántulas generadas a partir de semillas infectadas la bacteria entra por los estomas de las hojas jóvenes; la penetración del patógeno es favorecida por el exceso de humedad proveniente del riego. La formación de “gotitas” de agua en las puntas de las hojas de las plantas y el contacto entre éstas, contribuye significativamente para que la enfermedad se desarrolle y se disemine. Durante el transporte de plántulas del invernadero al campo y al momento de transplantar es posible también la infección. En cultivos establecidos, la bacteria puede pasar del suelo a las plantas con la ayuda de la lluvia (salpique), rocío intenso y sobre todo con presencia de viento. Las aberturas naturales de las hojas, heridas de insectos o daños mecánicos constituyen las fuentes de entrada principal de la bacteria en hojas y frutos. La infección es favorecida por temperaturas cálidas (24-300C) , exceso de humedad en el follaje producto de alta humedad relativa (80-100%) o la presencia de lluvia.
Debido al impacto que tiene esta enfermedad en la producción de tomate y chile, la mancha bacteriana ha sido objeto de estudio por innumerables investigadores, los cuales han encaminado su trabajo a la búsqueda de diferentes alternativas para reducir la incidencia de la enfermedad y sus consecuentes pérdidas. Los métodos actuales de manejo de la macha bacteriana, incluyen el uso de semilla sana, tratamiento de charolas, manejo del riego en invernadero, el uso de cultivares resistentes, rotación de cultivos y la aplicación de productos químicos. Por tanto, el manejo exitoso de la macha bacteriana del tomate y chile, depende de la combinación de diferentes alternativas de combate; y entre ellas está la utilización de nuevos productos que contribuyan significativamente en el manejo de Xanthomonas campestris pv. vesicatoria. Al respecto, las empresas que promueven los productos citrobio y honvir están interesadas en conocer la eficacia de estos, contra diferentes enfermedades en distintos cultivos y entidades; del citrobio se menciona que es un extracto de semilla de cítricos que actúa contra hongos y bacterias. De igual manera, los promotores del honvir (producto a base de yodo) señalan que ha dado buenos resultados contra algunas enfermedades.
El trabajo se estableció el 28 de octubre del 2000, en un lote severamente dañado por la mancha bacteriana en el campo agrícola Agrogore del valle de Culiacán, Sinaloa (Figura 2). El diseño experimental fue un bloques al azar con cuatro repeticiones, la unidad experimental estuvo constituida por tres surcos de 10 m con una distancia entre estos de 1.8 m, tomándose como parcela útil el surco central, eliminando 1 m en cada extremo. Los tratamientos considerados fueron los siguientes:
Antes de adicionar los productos al agua, ésta se acidificó a un pH de 5.
En todos los casos se utilizó un producto penetrante.
La aspersión de los productos se hizo con una bomba de motor y el gasto de agua por hectárea fue de 250 litros, las fechas en que se aplicaron los productos a continuación se indican: Octubre 28 y 30 del 2000, y noviembre 1, 6, 13 y 20 del 2000.
Las primeras tres aspersiones de los productos se efectuaron muy seguidas, debido a que se registraron varias lloviznas durante este período y una de éstas se presentó inmediatamente después de la segunda aplicación.
En este trabajo, la variable que se estudió fue la severidad de la enfermedad conforme la siguiente escala: 1 = cero daño, 2 = 1-5% de área foliar afectada, 3 = 6-20%, 4 = 21-40% y 5 = más del 40% de área foliar dañada.
Los muestreos de la enfermedad se efectuaron el 1o, 6, 13, 20 y 27 de noviembre del 2000. Los datos obtenidos en el experimento se sometieron a análisis de varianza y a la prueba de separación de medias de Tukey.
Los tratamientos no tuvieron efecto sobre la severidad de la mancha bacteriana en los primeros tres muestreos, no obstante, en el tercero se observó que la menor expresión de la enfermedad se encontró en las plantas tratadas con 5 ml de honvir y 4 ml de citrobio por litro de agua, dado que el nivel de daño registrado fue de 2.75, en tanto, el testigo manifestó 5.0 (Cuadro 1).
Cada dato representa la media de cuatro repeticiones. Medias con la misma letra no presentan diferencias significativa (p = 0.05) según la prueba de separación de medias de Tukey.
En el cuarto y quinto muestreo, el valor más bajo (2.25) de acuerdo con la escala utilizada para cuantificar el daño por Xanthomonas campestris pv. vesicatoria, también correspondió al tratamiento que incluye la combinación de los productos honvir-citrobio; el cual disminuyó significativamente la enfermedad respecto a los demás tratamientos (Cuadro 1); además, las plantas tratadas mostraron mayor desarrollo de la planta y una coloración verde intenso (Figura 3). Es importante señalar que bajo las condiciones ambientales en las que se llevó a cabo este experimento, la utilización de honvir y citrobio por separado no contribuyeron en un combate satisfactorio de la enfermedad. La forma en como actúan los productos juntos y potencian su actividad contra la bacteria, es un aspecto que debe investigarse y corroborarse en trabajos posteriores.
CUADRO
De los tratamientos estudiados, sólo la adición de 5 ml de honvir + 4 ml de citrobio por litro de agua logró reducir la severidad de la mancha bacteriana en el cultivo de tomate.
Fernández, V.M.V. 1975. Intoducción a la fitopatología. Tercera edición. Colección científica del INTA. Buenos Aires, Argentina. Tomo II. 232-240.
Godoy, A.T.P., Yánez, J.M.G. Gastélum, L.R. y Sánchez, P.J. 1991. Control químico de la mancha bacteriana Xanthomonas campestris pv. vesicatoria en el cultivo de tomate (Lycopersicon esculentum Mill.) bajo condiciones de invernadero. XIII Congreso Nacional de Fitopatología. Sociedad Mexicana de Fitopatología. Puebla, Puebla, México. p 37.
Goto, M. 1990. Fundamental of bacterial plant pathology. Academic Press. San Diego California, U.S.A. 342 p.
Núñez, C.R.D. 1998. Enfermedades bacterianas en tomate. En: enfermedades de las hortalizas. Editores: Cruz, O.J.E., García E.R y Carrillo, F.J.A. Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, Sinaloa, México. pp 59-63.
Schaad, N.W. 1988. Laboratory guide for identification of plant pathogenic bacteria. The American PhythopatologicalSociety. St Paul, Minnesota. U.S.A. 162 p.