El picudo del chile Anthonomus eugenii Cano, es un insecto que suele constituir una severa plaga en diferentes variedades de pimientos Capsicum spp. Está reportado en EE.UU., México, Centroamérica, Hawaii y algunas Islas del Caribe. Los adultos se alimentan de frutos y brotes foliares, ponen sus huevos en las flores, botones y frutos. Las larvas se alimentan y desarrollan en el interior del fruto, donde también se desarrollan las pupas y posteriormente emergen los adultos. Esto causa caídas prematura de los frutos y resulta en pérdidas en el rendimiento de hasta un 50%.
Un adecuado manejo de este insecto, exige un profundo conocimiento de su biología, ciclo de vida, hábitos y de los factores bióticos y abióticos que influyen en su crecimiento poblacional. El número de generaciones por año de este insecto está determinado por la disponibilidad de hospedantes y por las diferencias en valores de temperatura. Sus fases biológicas son cuatro. huevo, larva, pupa y adulto.
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Al emerger los adultos son de color pardo y pasado 2 o 3 días se oscurecen observándose de color gris oscuro. El apareamiento y las puestas de huevos pueden producirse a los 3 días de emergidos los adultos, las hembras ponen sus huevos por lo general de forma individual en agujeros que hace en el recién formado fruto o en el interior de la base de frutos jóvenes. Después de 3 o 5 días nacen las larvas que pasan por tres ínstares larvales y se alimentan de las semillas o tejidos de la pared del fruto, requiriendo para su desarrollo que transcurran de 2 a 3 semanas. La fase pupal también tiene lugar dentro del fruto y dura de 3 a 6 días. Posteriormente emergen los adultos a través de un agujero que hace en el fruto, y esta salida del insecto puede demorar desde horas hasta 4 días.
La biología de Anthonomus eugenii se resume a:
Al llegar las primeras hembras al cultivo, por cada día que pase sin que exista una adecuada estrategia de control, 6 nuevos insectos serán reproducidos por cada una.
Enemigos naturales de Anthonomus eugenii:
La biología de este insecto, su potencial de reproducción, su comportamiento, sus hábitos, y los factores de mortalidad natural en el ambiente donde el se desarrolla, nos obliga a pensar que sólo bajo los efectos de una adecuada estrategia de Manejo Integrado de esta plaga será que podamos vencerla.
En esa estrategia sin duda los aspectos culturales del cultivo serán los que activen estos mecanismos naturales de control que acompañados de aplicaciones suplementarias de otras medidas como los hongos entomopatógenos lograrán mantener las poblaciones a niveles no alarmantes, esto conllevaría en gran medida a no abusar del uso de agrotóxicos, y por tanto disminuir costos.