Ing. Marco Antonio Galindo Olguín
Director de Estudios Económicos
Consejo Nacional Agropecuario
La agenda de las negociaciones comerciales internacionales que México tiene abierta con diferentes países es muy amplia, tanto en materia bilateral como multilateral, tales como la modernización de los Tratados de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con la Unión Europea (TLCUEM); la profundización de los Acuerdos de Complementación Económica (ACE´s) números 53 y 6 con Brasil y Argentina, respectivamente, así como la Alianza del Pacífico con los candidatos a Estados Asociados (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur), el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP-11), que incluye a Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam y cuya firma tuvo lugar el pasado 8 de marzo en Santiago de Chile, así como continuar con los trabajos para formalizar protocolos que permitan exportar productos agropecuarios a China, entre otros.
Respecto al panorama del estado actual que guardan todos estos Tratados y Acuerdos Comerciales que México está negociando con él mundo, indudablemente que el de mayor relevancia es el TLCAN, respecto al cual recientemente finalizó la 7ª. Ronda de Negociaciones, misma que tuvo lugar en la Ciudad de México del 25 de febrero al 5 de marzo del presente año y en el marco del cual se desarrolló una Reunión Ministerial con la presencia de los representantes de los 3 países: el Secretario de Economía de México, Lic. Ildefonso Guajardo; Chrystia Freeland, Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá y Robert Lighthizer, Representante de Comercio de los Estados Unidos.
En esta última ronda técnica se lograron cerrar 3 capítulos más que fueron, Buenas Prácticas Regulatorias; Medidas Sanitarias y Fitosanitarias y de Administración y Publicación (Transparencia), así como los Anexos Sectoriales de Químicos y Fórmulas Patentadas. Asimismo, fue informado de avances significativos en la negociación de varios capítulos adicionales, que son: telecomunicaciones, comercio digital, obstáculos técnicos al comercio, energía y en el tema de farmacéuticos.
El secretario de Economía, Lic. Ildefonso Guajardo, señaló al finalizar esta séptima ronda, que prevé llegar a la octava ronda de negociaciones con un tercio del total de los capítulos cerrados, para lo cual expresó qué en el tiempo entre la séptima y octava ronda, no se descartan visitas más frecuentes a Washington y a Canadá para avanzar en temas sensibles. Aún cuando se piensa que la octava ronda de las negociaciones podría tener lugar en la primera mitad de abril, aún no tiene una fecha específica definida.
Dentro de los temas de especial interés para el sector agropecuario se encuentra el referente a Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, el cual fue uno de los capítulos que fueron finalizados en esta séptima ronda, lo cual representa buenas noticias para el sector agroalimentario de nuestro país.
Respecto al tema de Remedios Comerciales, el tema más sensible, y que requiere mayor atención, sigue centrado sobre la propuesta de Estados Unidos (EE. UU.) de estacionalidad en productos perecederos, misma que para el sector productivo de México es totalmente violatoria de los principios de la Organización Mundial de Comercio (OMC), además de que va en contra del libre comercio dentro del TLCAN.
Respecto a cuándo podría finalizar la negociación del TLCAN, es difícil predecirlo; las mismas autoridades así lo han señalado, e incluso algunos especialistas han expresado desde el inicio de la negociación que ésta podría prolongarse hasta el 2019.
Haciendo un recuento de los avances al día de hoy, se ha tenido el cierre de 6 capítulos, que son el de Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), el de Competencia, el de Anticorrupción, el de Buenas Prácticas Regulatorias, el de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, así como el Administración y Publicación (Transparencia), al igual que los anexos sobre Eficiencia Energética, Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como de Químicos y Fórmulas Patentadas. Asimismo, se ha informado de avances muy importantes en los capítulos de telecomunicaciones, comercio digital, obstáculos técnicos al comercio, energía, así como en el Anexo Sectorial de Farmacéuticos.
Hay que recordar, como antecedente, que la negociación original se basó en un documento con un contenido de 22 Capítulos y para esta renegociación el número de capítulos será más cercano a los 30, al tener la visión de incluir nuevos temas, que no se consideraron en la negociación original, como parte del objetivo de modernización de este tratado.
Indudablemente que algunos de los temas más controversiales siguen en discusión, como son la Cláusula de Revisión Quinquenal (Cláusula Sunset); las Reglas de Origen (particularmente en materia del contenido local en el sector automotriz), así como el Mecanismo de Solución de Controversias y, en el caso del sector agropecuario, el asunto de la estacionalidad para productos perecederos.
El paso siguiente, señalado por el propio Secretario de Economía, serán las conversaciones intersesionales, que van a durar alrededor de cinco semanas y en las cuales se intentará cerrar los capítulos con avances significativos ya comentados. Asimismo, ha sido señalado por las autoridades mexicanas que los sucesos electorales, no sólo de México (elecciones presidenciales), sino también de EE. UU. (elecciones intermedias del Poder Legislativo) y de Canadá (nuevas elecciones de las provincias de Ontario y Quebec), no son un factor sustancial que vaya a impedir continuar negociado la modernización del TLCAN.
Todas las negociaciones comerciales internacionales de México con las diversas naciones han implicado -y conllevan- un arduo trabajo de consultas y de acompañamiento del sector productivo, entre ellos del Consejo Nacional Agropecuario, reflejado en innumerables reuniones celebradas con la Secretaría de Economía, tanto con el propio secretario, Lic. Ildefonso Guajardo, como con los Jefes Negociadores y la parte técnica de las distintas mesas de trabajo, así como hacia el interior del sector productivo y de éste con sus contrapartes de los socios comerciales.
En general, la autoridad ha señalado que en las dos negociaciones principales en proceso (TLCAN y TLCUEM), al igual que en las otras, el estatus actual representa un universo en el que todos los acuerdos que México está negociando se encuentran inmersos en el mismo espacio, pero con un matiz y nivel de negociación particular, buscando la armonía entre ellos, al igual que atender las demandas particulares, con el propósito de generar los mejores consensos y beneficios que potencien el comercio exterior de México.
Derivado de los principales temas que las autoridades tienen identificados para impulsar las políticas públicas, que permitan potenciar las oportunidades del sector agroalimentario, así como las acciones que se deben cuidar o atender para evitar daños a sectores sensibles, es como surgen el Plan “A” y Plan “B” en las negociaciones comerciales internacionales, particularmente en el caso del TLCAN, por el nivel de importancia que tiene, resultado de la alta concentración del comercio que México mantiene con la región de América del Norte, principalmente con los Estados Unidos (destino de cerca del 80% del total de las exportaciones agroalimentarias de nuestro país).
En este sentido, se ha destacado que para México la revisión del TLCAN significa una oportunidad de modernizar las reglas, partiendo de la premisa de que para el comercio bilateral México – Estados Unidos ya no existen aranceles y que nuestro país no dará marcha atrás en el Acceso a Mercado, por lo que está fuera de negociación cualquier esquema de imposición de aranceles o esquemas de comercio administrado.
Asimismo, ha sido reiterado que la revisión del TLCAN debe ser trilateral, buscando que la sustancia sea el factor determinante, más que los tiempos, con un enfoque de resultados que derive en beneficios para todas las partes.
Es así como se han llevado a cabo siete rondas de negociación, en que las autoridades se han concentrado en que la agricultura sea un tema horizontal dentro del TLCAN, enfocándose principalmente en 8 mesas de negociación, de alrededor de 30 que se tienen, como son: Agricultura; Medidas Sanitarias y Fitosanitarias; Remedios Comerciales; Laboral; Medio Ambiente; Propiedad Intelectual; Obstáculos Técnicos al Comercio y Facilitación del Comercio.
La expectativa que se tiene respecto a la renegociación es positiva, ya que, a pesar del proteccionismo expresado por la administración del presidente Trump, el comercio agroalimentario ha seguido reportando buenas cifras, pues al cierre del 2017 las exportaciones agroalimentarias sumaron 32,373 millones de dólares (mdd), cifra récord por tercer año consecutivo y un superávit en la balanza comercial agroalimentaria de 5,889 mdd, también como una cifra récord histórica y creciente por tercer año consecutivo.
Lo anterior se traduce, en que, a pesar de las adversidades, seguimos siendo fuertes socios comerciales, lo cual ha sucedido gracias a las cadenas productivas que se han desarrollado en la región, las cuales han salido en muchos casos en los medios de comunicación, a través de alianzas en pro del TLCAN, que han llegado a oídos de la administración de Trump, así como de la voz de sus propios productores, al igual que de las industrias, y que como un elemento positivo tenemos que cada vez han sido más las voces hacia el interior de los Estados Unidos que se han pronunciado a favor de modernizar el TLCAN, pero sin detrimento de lo logrado en estos 24 años de funcionamiento.
A pesar de estos esfuerzos de parte de los sectores privado y público, se debe seguir de cerca los temas que resultan sensibles para México, como son las presiones proteccionistas en los Estados Unidos por parte de los sectores de frutas y hortalizas de las regiones de Florida, Georgia y en menor medida de California, respecto a la propuesta de la estacionalidad.
Asimismo, seguir de cerca los señalamientos o argumentos que pudieran surgir respecto al tema laboral, vinculado a un menor costo de la mano de obra; cuestionamientos que pudieran realizarse de las condiciones laborales y/o la falta de cumplimiento de la ley en esta materia; el tema medio ambiental, respecto a posibles señalamientos de estándares más relajados en México y/o la supuesta falta de cumplimiento de regulaciones ambientales, así como un especial seguimiento a posibles acusaciones sobre prácticas desleales, de dumping, o de la utilización de subsidios en algunas actividades productivas.
Una parte positiva en la negociación del TLCAN es la estrecha relación que se ha tenido entre los Ministros de Agricultura de los tres países socios, que ha permitido que se tengan objetivos en común, en un contexto de intercambio comercial justo, abierto y con reglas claras. De igual forma, el sector privado, incluyendo el Consejo Nacional Agropecuario, también ha hecho lo propio, en el sentido de hacer hincapié en la importancia del TLCAN y el costo que podría tener para los Estados Unidos si su administración lo decidiera abandonar, tema que ha desatado un debate político interno en nuestro vecino del norte, tanto en la Cámara de Representantes, como de Senadores, en dónde los mismos partidarios Republicanos le han transmitido a la Administración de Trump sus inquietudes y posición a favor de mantener el TLCAN.
Respecto al Plan “B”, este parte de reconocer que México no puede enfocarse únicamente en el TLCAN, sino que debe continuar con su diversificación comercial, por lo que, ante la retórica de los Estados Unidos, México ha buscado otras posibles fuentes de proveeduría de los principales productos que se importan de la nación del norte, cómo son maíz amarillo, trigo, soya y arroz, siendo atractivos como oferentes países como Argentina, Brasil, Rusia, Ucrania y Vietnam, entre otros.
Pero no solamente es buscar nuevas fuentes de proveeduría, sino también encontrar nuevos mercados para los productos con potencial exportador, que se encuentran concentrados hoy día en el mercado norteamericano, siendo esta la razón de la amplia agenda de negociaciones comerciales internacionales que mantiene nuestro gobierno y que incluye, además de la ampliación de tratados o acuerdos vigentes, también el incursionar en nuevos mercados, como China, con un gran potencial o los países árabes, región del mundo en la cual también se están haciendo esfuerzos para incursionar con certificaciones como la Halal.
Es así como seguirá siendo de vital importancia la participación del sector privado a través de las organizaciones de representación, particularmente del Consejo Coordinador Empresarial y sus organismos agremiados, entre éstos el Consejo Nacional Agropecuario, como organismo cúpula empresarial del sector agroalimentario, en la promoción y defensa de los intereses del sector productivo.
Por otro lado, además de buscar nuevas fuentes de proveeduría para los productos en los que somos deficitarios, como parte de las tareas o agenda de las autoridades, juntamente con la participación del sector privado, se ubica el buscar aumentar la competitividad de los sectores en que somos deficitarios, acompañado de un fortalecimiento del mercado interno.