Es muy difícil creer en buenas cifras del sector agropecuario, cuando realmente los productores estamos sintiendo lo contrario.
La estadística nacional muestra a un sector que ha venido creciendo a un ritmo superior al de la economía en su conjunto. El año pasado nuestro sector creció 2.6%, arriba del 2.3 de la economía.
Exportamos 14,463 millones de dólares contra 11,300 millones de importaciones, con un saldo favorable de 3,163 millones de dólares, que representa el 66% del saldo de toda la balanza agroalimentaria, convirtiéndose en unos de los sectores que más aportan divisas al país.
Esto demuestra que se ha desarrollado un segmento pujante y dinámico del campo mexicano, volcado al comercio exterior y enlazado con las cadenas de valor agregado.
Pero hay otro segmento del campo que no ha sido beneficiado por la apertura y la integración al mercado global, como lo es la producción de granos, a pesar de que somos un país deficitario en este renglón.
En los últimos 5 años hemos resentido una caída de los precios internacionales, causada por buenas cosechas y altos inventarios mundiales. Por otra parte los costos no han dejado de subir, ocasionando un deterioro constante de la rentabilidad.
La ausencia de una utilidad que compense el esfuerzo y el riesgo de producir, genera desaliento y falta de recursos para reinvertir, mejorar capacidades, innovar y aumentar la productividad.
Y si a ello se agrega una débil respuesta del gobierno para compensar a los productores lo que el mercado no puede dar, se propicia un clima de insatisfacción que a veces conduce a reprobables manifestaciones de inconformidad, por grupos que buscan otras motivaciones.
Ante la restrictiva política presupuestal que se ha venido aplicando, hemos sido reiterativos ante las autoridades para que se revisen a fondo los programas de apoyo, ya que hay mucha duplicidad y dispersión en los mismos, con la finalidad de priorizar los más trascendentes para nuestro sector.
No se ha hecho esta restructuración por lo que seguimos sufriendo recortes en programas que son muy importantes, como el de Apoyos a la Comercialización, al que este año se le asignaron 9,463 millones de pesos, 3.5% más que el año pasado, pero más bajo en términos reales.
Sin duda es un presupuesto que no podrá atender la exigencia de un ingreso mínimamente razonable para las cosechas que se vienen, por lo que una vez más se advierte un año complicado para nuestro sector.
Todavía hay saldos pendientes de cosechas 2015/2016 y 2016/2017 que no se han cubierto a algunos productores; hemos dedicado mucho tiempo de nuestra gestión en buscar soluciones a estos adeudos.
Ante situaciones de definiciones presupuestales y un mercado que no ha reaccionado, las cosechas del año pasado transitaron con resultados modestos ayudados por un tipo de cambio más elevado.
Nuestro organismo, como siempre, fue un factor de apoyo importante para los productores que entregan la cosecha en nuestras instalaciones. En maíz promediamos 194 dólares por tonelada contratada, arriba del promedio estatal, y adicionalmente otorgamos un remanente de 50 pesos, que ninguna otra bodega entrega a sus clientes. Queda pendiente el “copete” que falta para llegar a 3,800 pesos.
El trigo lo pagamos a 3,900 pesos y el gobierno completó 5 mil pesos a través de diversos apoyos. El frijol inició con precios de 25 pesos, que posteriormente fueron bajando a niveles de 19 pesos, con una comercialización lenta.
En total los volúmenes captados en nuestras bodegas, alcanzaron una cifra record de 208,600 toneladas.
El panorama para este año luce complicado. La cosecha de frijol enfrenta precios muy bajos y una lenta comercialización, debido a dos años consecutivos de alta producción. Para atemperar esta dificultad, nuestro organismo se ha sumado al esquema implementado por Gobierno del Estado con ASERCA para retirar del mercado 50 mil toneladas y otorgar apoyos para que este volumen se guarde durante dos meses. Estamos a la espera de que se publiquen los lineamientos el 21 de este mes, para tomar decisiones debidamente fundamentadas.
Mientras tanto, hemos decidido empacar frijol en sacos de 25, 10 y 5 kilos, para su venta directa a los consumidores locales como una alternativa de comercialización.
En lo que respecta a maíz y trigo estamos a la espera de que se libere por parte de ASERCA el esquema de Agricultura por Contrato que le dará salida a la cosecha. Los precios de futuro mejoraron ligeramente en relación al año pasado, las Bases estamos todavía en el proceso de negociación pero por lo menos están asegurados los 44 dólares del maíz, por lo que esperamos si el tipo de cambio se mantiene en los actuales niveles, un ingreso de lo contratado mayor al obtenido en la cosecha anterior.
La agricultura como cualquier actividad, requiere transformarse para enfrentar nuevos retos y realidades.
No podemos continuar con métodos de producción tradicionales, cuando la demanda de alimentos, los cambios en los patrones de consumo, la preocupación por la salud y el medio ambiente, nos obligan a mejorar el modelo productivo para dar respuesta a estas exigencias.
Por ello, nuestra asociación se ha convertido en un referente a escala nacional en el impulso y desarrollo de una agricultura sustentable.
La relación que tenemos con CIMMYT nos ha permitido fortalecer a nuestra Plataforma Experimental en la práctica de la agricultura de conservación, experiencia que ha sido muy valiosa para integrar a varios productores socios en el Club de Labranza de Conservación de este organismo, brindando la asesoría y la capacitación técnica con el apoyo financiero de FIRA.
Este proyecto está dando buenos resultados, y se ha reforzado con la creación de una Central de Maquinaria y Equipo que fue posible por el apoyo de Gobierno del Estado y Fundación Produce Sinaloa. Los equipos ya los recibimos y estarán a disposición de los productores que forman parte del Club de Labranza.
Seguimos trabajando por el medio ambiente, por lo que no podemos dejar de destacar la conformación de la Comisión del Programa Campo Limpio del Municipio de Ahome, creada al amparo del reglamento respectivo para coordinar la participación de los organismos y empresas regionales vinculadas con el control de residuos tóxicos, siendo este el primer ejemplo a nivel nacional.
Se logró concretar una iniciativa sustentable concebida por el Comité Directivo anterior en materia fitosanitaria, como lo es la utilización masiva de insectos benéficos para un control más racional y eficiente de plagas en la agricultura regional. La Junta de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte hizo suyo este proyecto, adquiriendo el equipo aéreo que se requiere para brindar este servicio a los productores.
En el renglón de inocuidad alimentaria hemos trabajado de la mano con Eleven Rivers Growers, organismo estatal creado por los productores, para brindar la asesoría y capacitación a las empresas exportadoras de hortalizas y frutales a fin de que puedan cumplir con las regulaciones y certificaciones que impone el mercado norteamericano. Con este propósito se impartieron 5 talleres, que vinieron a reforzar el conocimiento y habilidades del personal técnico responsable de estos temas.
Otros proyectos que van en línea con la búsqueda de alternativas productivas, cabe mencionar el programa que emprendimos para obtener variedades de trigo con mayor potencial de rendimiento y resistencia a enfermedades, particularmente para los productores del Valle del Carrizo. En este proyecto está colaborando el Dr. Sanjaya Rajaram, destacado genetista con gran experiencia en investigación de semillas, con la colaboración de Fundación Produce. Para ello fue necesario adquirir una trilladora especializada para cosechar los materiales que se generen con este proyecto.
Asimismo promovimos una iniciativa del Grupo Modelo para la producción de cebada maltera en el Valle del Carrizo. El proyecto inició en este ciclo en una superficie de 105 hectáreas, mediante un esquema de Agricultura por Contrato, con apoyo de semilla y la asesoría técnica requerida. Deseamos que esto sea una buena alternativa y amplíe las opciones para los productores de esa zona.
Cabe reiterar, porque ya lo hemos expresado anteriormente, el potencial que se abre para el desarrollo agroindustrial de esta región y en general de Sinaloa, a partir de la disponibilidad de gas natural, lo que sin duda permitirá integrar la producción primaria con los procesos de valor agregado.
Y también señalar el beneficio que tendría para nuestro sector la construcción de una planta de fertilizantes de origen Suizo – Alemán, ubicada en Topolobampo cuyo proyecto es iniciar con la producción de amoniaco y posteriormente urea, lo que permitirá un abasto seguro, de mejor calidad y posiblemente un costo más bajo de estos insumos.
Los escenarios en los que se mueve el sector se han vuelto más complejos, y ello nos ha obligado a incorporar en la agenda temas que no se nos habían presentado o que no habían tenido el suficiente peso en términos de prioridades.
Hoy nos enfrentamos a la exigencia de generar sinergias con organizaciones e instituciones diversas, tanto dentro del país como fuera del mismo, para atender y resolver retos comunes.
La renegociación del TLCAN es por ahora el gran tema que está en la agenda, en virtud de las amenazas y riesgos a que ha sido sometido este acuerdo por parte de la administración norteamericana.
Nuestros organismos representados en el Consejo Nacional Agropecuario, han hecho un excelente trabajo dentro del Consejo Coordinador Empresarial participando en el Cuarto de Junto, para atender los temas difíciles de la negociación que pueden afectar a nuestra actividad, como lo son el tema laboral, medidas sanitarias y fitosanitarias y reformas a leyes antidumping para perecederos.
La respuesta del equipo negociador de México ha sido contundente en el sentido de rechazar estas propuestas, por ser francamente violatorias a las reglas de la OMC a la cual pertenecen los tres países.
Otro tema que está en puerta es la revisión del Acuerdo de Suspensión del Tomate, para lo cual ya está preparada la CIDH y otros organismos nacionales. Esperamos que esta gestión no se complique por empalmarse con la renegociación del TLCAN, y que los tomateros tengan un nuevo acuerdo que les favorezca.
Otros temas de la agenda hortícola que se atendieron por nuestros organismos, fueron el de la seguridad social ante el IMSS y el INFONAVIT que sigue sin resolverse de fondo. Ante ello, la CIDH está analizando la posibilidad de iniciar un juicio de amparo colectivo en contra de estas instituciones, mientras tanto siguen vigentes las facilidades del decreto presidencial hasta diciembre de este año.
Asimismo se acordó con Gobierno del Estado el nuevo Convenio del Impuesto sobre Nómina, que entró en vigor a partir de enero del año pasado. Es un acuerdo favorable para el sector, pero hemos planteado algunos aspectos para su mejor aplicación, que han sido aceptados y formarán parte de un addendum al mismo convenio.
Sin duda fue muy bienvenida la resolución de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), que demostró prácticas monopólicas que van en contra de la libre competencia en el servicio de transporte público de carga en Sinaloa. Nuestro organismo participó en dicha investigación aportando elementos, lo que motivó una modificación de la Ley de Tránsito y Transporte estatal, para abrir el servicio a otros participantes.
Sin embargo, los cambios ocurridos fueron parciales, ya que se siguen manteniendo las concesiones a las alianzas de transportistas y frenando la libertad de las empresas particulares para utilizar sus propios camiones en el transporte de sus productos. Ante ello nos hemos pronunciado ante la COFECE para que haga valer su autoridad y sea liberado de manera efectiva el transporte de carga, que para nuestro sector es de suma importancia.
La seguridad es sin duda un asunto de primer orden, que ha afectado y sigue siendo una dolencia para los productores agrícolas, como para la sociedad en general.
Como referencia hay varios campos abandonados en el Valle del Carrizo por la incidencia criminal, que acertadamente documentó Don Ramón Ruelas. Esta fragilidad de nuestro sector y la búsqueda de soluciones, ha ocupado gran parte de nuestro tiempo.
Afortunadamente hemos logrado acuerdos de colaboración con el Ayuntamiento de Ahome y la Subprocuraduría de Justicia de la Zona Norte, que han permitido a través de la participación del Grupo GOTER y los propios productores reducir sensiblemente el descarado robo de cosechas. Los resultados de este esquema operativo han sido notables, en el caso del maíz y el mango del año pasado, el frijol y la papa en este año. Agradecemos a los elementos de seguridad este esfuerzo, que esperamos se mantenga y mejore para recuperar la paz en nuestros campos.
En relación al agua hemos atendido puntualmente los conflictos que su demanda genera, como es el caso de la defensa jurídica contra la intención de otorgar nuevas concesiones a grupos de interés, cuya finalidad es afectar el precario equilibrio que existe entre la disponibilidad y el uso de este recurso en la agricultura regional. Este es un tema sumamente importante que no debemos descuidar, por lo que los exhorto a todos a que estemos atentos y alertas para defender lo que por derecho nos corresponde.
Nuestra Asociación cumplió 85 años y lo conmemoramos con un evento especial de gran significado para el gremio. No se tienen evidencias de alguna institución regional o estatal con mayor longevidad que nuestros organismos agrícolas.
Esto nos hace sentir muy orgullosos y nos compromete a seguir perfeccionando lo que hemos construido, para seguir enfrentando los nuevos retos.
El actual contexto en el que nos desenvolvemos es muy diferente al que existía cuando se fundaron estos organismos, por ello se requiere con urgencia revisar y modificar el marco legal que los sustenta para adaptarlo a la nueva realidad, caracterizada por mercados abiertos y competitivos.
Necesitamos organismos más flexibles, eficientes, competitivos, capaces de conectar con el mercado y transformarse para ofrecer mejores servicios, pero sobre todo que rindan cuentas a sus asociados.
Con ese propósito elaboramos una propuesta de reforma que contempla cambios en la Ley de Organizaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, los estatutos y un Reglamento para la Transparencia y Rendición de Cuentas.
CAADES ya está analizando esta propuesta y esperamos que se materialice en este año, con el apoyo de las demás asociaciones agrícolas.
En este año concretaremos una restructuración administrativa, para perfeccionar y actualizar el modelo interno de operación en beneficio de los socios.
Avanzamos en el diseño de una plataforma de comunicación más ágil y atractiva para los socios, utilizando las modernas tecnologías digitales. Desarrollamos una aplicación móvil mediante la cual los productores podrán consultar información relevante en tiempo real. La información debe fluir más rápido y estar al alcance de todos para tomar decisiones más acertadas.
Asimismo iniciamos la utilización de Drones en los servicios técnicos de la Parafinanciera y el Fondo de Aseguramiento, que nos permite realizar mapeos de los cultivos y la detección oportuna de deficiencias nutricionales de los suelos y plantas así como enfermedades.
Estamos renovando buena parte de la infraestructura para mejorar la imagen y funcionalidad de nuestros servicios. Se remodeló el edificio de la ferretería creando espacios de oficina en el que ya se concentran varias áreas de atención.
Se está modernizando este edificio central, ícono de los agricultores y de esta ciudad, respetando su estructura original que data de 1966, para incorporarle un concepto vanguardista con equipamiento y tecnología más acorde con nuestras necesidades.
En lo que corresponde a nuestros centros periféricos, emprendimos una remodelación de las sucursales de Ahome, Higuera de Zaragoza, La Despensa y Juan José Ríos, mediante la pavimentación de sus accesos.
Con el propósito de utilizar energías limpias en las bodegas de acopio, se instaló un sistema de variadores de velocidad que han permitido un ahorro de 35% en el consumo de energía, con un beneficio ambiental al dejar de liberar 68 toneladas de bióxido de carbono que equivale al abastecimiento de 622 hogares.
En cuanto a equipamiento, cabe resaltar la adquisición de un tractor nuevo y algunos implementos para la Plataforma Experimental, además de seis unidades de transporte en diversos servicios y un montacarga para el área de semillas.
Al culminar dos años de nuestra gestión, les reitero a todos ustedes que sigue indeclinable el compromiso que asumió este Comité Directivo de servirles al máximo de nuestras capacidades.
Agradezco a los compañeros del Comité su gran respaldo para llevar adelante esta tarea, pero sobre todo a ustedes por darnos su confianza y exigirnos resultados.
Tenemos retos sin resolver, como lo es la rentabilidad y la exigencia de mejores políticas públicas para el sector. La comercialización de las cosechas de este año requerirá el mayor esfuerzo y una coordinación muy estrecha con los organismos y autoridades estatales, para lograr el mejor ingreso posible.
Sin embargo, debemos estar conscientes que la viabilidad de la actividad agrícola dependerá cada vez menos del subsidio gubernamental y más de la innovación, la administración y la creatividad que desarrollemos para elevar la productividad.
Es una realidad ineludible la necesidad de competir en un mercado global, y para ello se requiere manejar el negocio agrícola con criterios empresariales, buscando ser racionales en las decisiones para maximizar el beneficio respecto a los costos.
Pero además, ser empáticos con el medio ambiente y la responsabilidad social. La agricultura y los agricultores se deben al buen cuidado de los recursos naturales y al entorno social que nos rodea. Lo contrario haría insostenible la producción de alimentos con riesgos imprevisibles para la humanidad.
Debemos aprender más del funcionamiento de los mercados y responder a sus señales, habituarnos a operar la administración de riesgos, protegernos de los desastres naturales y entregarle a los consumidores productos sanos y de excelente calidad.
En suma ser más profesionales e inteligentes para adaptarnos a circunstancias cambiantes. No hay desafío que no podamos enfrentar con disciplina, constancia y mente abierta.
Los invito a que seamos precursores de una agricultura eficaz y moderna, a la altura de estos tiempos y de los que vienen. Más que las políticas públicas, que sin duda son necesarias, ser nosotros los protagonistas del rumbo de nuestra actividad.
Tenemos un organismo de 85 años que sigue estando vigoroso. Fue, es y seguirá siendo un baluarte de nuestras aspiraciones. Fortalezcámoslo aún más para que continúe su misión de representarnos y proyectarnos como un sector unido, responsable y proactivo.
Un organismo que debe seguir adelante, marcando derroteros y definiendo estrategias para mantener vivas nuestras esperanzas y de las generaciones agrícolas que habrán de sucedernos.
Muchas gracias a todos.