La práctica de cualquier monocultivo, como lo es el caso del maíz en el Valle del Fuerte y en todo el estado de Sinaloa, es considerada el principal factor de contaminación de los suelos por microorganismos fitopatógenos que año con año incrementan los problema de enfermedades, derivado de que no se siguen los pasos necesarios para conservar e incrementar los microorganismos benéficos, lo que ha inducido en fechas recientes a los productores a la quema de socas con lo cual pretenden destruir a los patógenos del suelo y/o “abaratar” la preparación del terreno para el siguiente cultivo; pero actualmente esta mala práctica es ya motivo de sanciones económicas, por los efectos de contaminación ambiental, por parte de la autoridades respectivas.
Ante esa situación, la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte inició hace dos años un proyecto para enfrentar el problema de contaminación de los suelos agrícolas por patógenos causantes de enfermedades en todos los cultivos de la región, donde destacan los cultivos de maíz, frijol y hortalizas, por la importancia de superficie, sin descartar a los perennes, donde destacan el mango, el arándano y los cítricos. Se trata de la reproducción de microorganismos que vienen a beneficiar los suelos agrícolas de la región.
El Ing. Francisco Javier Orduño Cota, Gerente General de la JLSVVF explica que dos años atrás, personal técnico de campo y del Laboratorio de diagnóstico fitosanitario, adscrito a este OASV empezó a trabajar en el muestreo de campo, así como la identificación de cepas nativas de diferentes especies de Trichoderma, un hongo antagónico que actúa biológicamente contra los microorganismos del suelo que ocasionan enfermedades a los cultivos, donde destacan: Fusarium. Rhizoctonia, Phythium, Macrophomina y muchos otros más que pueden sobrevivir en el suelo y en los residuos vegetales, si no se ejercen las acciones de contrapeso oportuna y eficazmente.
Explica que como organismo fitosanitario, la JLSVVF se opone a la práctica de la quema de socas, por lo que al argumentarse esa acción como medida para evitar la mayor contaminación de los suelos con patógenos, se han dado a la tarea de concientizar a los productores en contra de la quema de socas, ofreciéndoles alternativas para contrarrestar el impacto de los microorganismos del suelo causantes de enfermedades que afectan los rendimientos de los cultivos.
Para ello, comentó que los resultados de dicho trabajo que se inició hace dos años, consistió en efectuar muestreos en cien lotes diferentes, distribuidos estratégicamente en la zona de influencia de este Organismo, logrando colectar 27 cepas nativas de Trichoderma, las cuales después de un proceso de purificación, el siguiente paso fue someterlas a convivencia con lixiviado de lombriz durante un período de 150 días, de las cuales únicamente siete resultaron viables al tratamiento (mezcla); las especies que el laboratorio está reproduciendo son: T. Harzianum, T. Atroviridae y T. viride. Posteriormente nos dimos a la tarea de entrenar a los productores interesados en el proceso de autorreproducción, de los cuales tenemos varios casos de éxito.
El siguiente paso fue instalar nuestra primera sala de producción masiva de Trichoderma spp., con el fin de entregarla en donación a nuestros productores interesados en aplicar los procesos adecuadamente, en benéficio de sus terrenos; cabe aclarar que en forma previa se le realiza un examen microbiológico de su suelo, donde bajo dictamen le damos a conocer el estatus de contaminación de dicho suelo.
En resumen, trabajamos en dos vertientes: Producir en nuestras instalaciones y Enseñar a Producir Trichoderma a nuestros Productores.
Así mismo la intención del Consejo Directivo actual, es construir más salas de producción masiva, las cuales muy posiblemente se concreticen este mismo año, con el fin de aumentar la cantidad y sostener la buena calidad del material biológico.
A los productores que están por decidirse a la quema de socas como una estrategia para reducir la población de microorganismos malos en sus terrenos, la recomendación es acercarse a la JLSVVF y sus técnicos, a fin de obtener una recomendación apropiada y el producto biológico para el tratamiento de los suelos contaminados.
El Ing. Orduño, agrega:
“Si nos atenemos al principio de que la calidad de los cultivos empieza en el suelo, nos debe preocupar más la sanidad de nuestros terrenos agrícolas, mediante los tratamientos adecuados”, o lo que es lo mismo “LA SANIDAD INICIA POR EL SUELO”