La llegada de los primeros tractores autoguiados para las labores agrícolas y las cosechadoras que mapean el rendimiento de cada metro cuadrado de cultivo en un predio georreferenciado, asombraron a los agricultores tradicionales que ya usan maquinaria pesada, pero que recuerdan a sus padres empuñando el arado jalado por bueyes o mulas
Pero como el resto de las actividades humanas, la agricultura está hoy en el foco de los programadores de alto nivel que buscan automatizar la mayoría de los procesos agrícolas que hoy se hacen manualmente.
Hay una urgencia por aplicar tecnologías al campo mexicano, ciertamente rezagado en casi una década, respecto a países donde la revolución agrícola ha llegado de la mano de las computadoras y toda una serie de dispositivos electrónicos.
En la actualidad, los 2.000 millones de toneladas de comida, que representan casi la mitad de los alimentos producidos al año, terminan como desecho, mientras que un estimado de 124 millones de personas en 51 países enfrentan falta de seguridad alimenticia. A esto se suma la carencia de tierra arable, la disminución de las fuentes de agua, el cambio climático y la proyección de crecimiento de la población de 7.600 millones a 9.800 millones para 2050, afirma Microsoft en un informe sobre la importancia de las nuevas tecnologías para el sector agrícola y la seguridad alimentaria.
La tecnología se muestra como aliada de la segunda Revolución Verde que forma parte de la Cuarta Revolución Industrial y, es así como la innovación tecnológica impulsada por Big data, Internet de las Cosas (IoT), Inteligencia Artificial (IA), y aprendizaje automático, recolectarán una cosecha más abundante.
Por ello, estas tecnologías que profundizan en la agricultura de precisión aumentan y extienden el conocimiento profundo de los productores acerca de su tierra, lo que hace más sustentable la producción. La tecnología avanzada puede incrementar la productividad de una granja en 45% mientras que reduce el consumo de agua un 35%.
Los agricultores ya despliegan robots, sensores inalámbricos instalados en el suelo y drones para evaluar las condiciones de la siembra. Luego, aprovechan servicios de nube y cómputo de entorno para procesar los datos. Para 2050, se espera que la granja típica genere un promedio de 4,1 millones de nuevos datos cada día.
El acceso a conectividad de alta velocidad y a energía confiable aún son retos en muchas partes del mundo. Esa es una razón por la que Microsoft y sus socios promueven llevar ancho de banda asequible a comunidades rurales en países como México y Colombia a través de la iniciativa Airband.
Los agricultores, gracias a la conectividad, pueden utilizar IoT para recibir recomendaciones personalizadas. El programa Microsoft FarmBeats, que se adhiere al macro programa AI for Eath de Microsoft, ha desarrollado una plataforma de extremo a extremo que utiliza sensores de bajo costo, drones, y algoritmos de aprendizaje automático para incrementar la productividad y la rentabilidad de las granjas. Posteriormente, la información recolectada es procesada por un PC en el hogar del productor para consolidar sus descubrimientos en sumarios de baja memoria y distribuirlos sobre el ancho de banda de manera más sencilla.
Los agricultores sin conectividad pueden obtener los beneficios de IA al instante gracias al uso de herramientas tan sencillas como un teléfono habilitado para SMS y Sowing App. Mientras tanto, aquellos que cuenten con acceso a Wi-Fi pueden utilizar FarmBeats para obtener un plan continuo personalizado con IA para sus tierras.
Con tales soluciones impulsadas por IoT e IA, los agricultores pueden satisfacer las necesidades del mundo para una mayor sustentabilidad alimenticia, incremento en la producción y ganancias sin agotar los valiosos recursos naturales, pronostica Microsoft en su informe sobre el agro.