Después de maíz y frijol, el cultivo del trigo se ha mantenido como una opción de siembra relativamente segura en el norte de Sinaloa para el ciclo otoño-invierno, donde las condiciones de clima son más favorables. Su manejo agronómico, hasta cierto grado fácil, así como su tolerancia a la salinidad, le han permitido ocupar un lugar preferencial en zonas productivas donde sembrar otros granos resulta difícil, como el Valle del Carrizo, donde durante los últimos años se han establecido las mayores superficies.

Durante el ciclo reciente, en Sinaloa se sembraron 41 mil 676 hectáreas de trigo, de donde se obtuvo una cosecha de 241 mil 523 toneladas, para un rendimiento medio de 5.790 toneladas por hectárea, posicionando a la entidad como la cuarta más productora, después de Guanajuato, Sonora y Michoacán.

Del total de la superficie sembrada a nivel nacional, Sinaloa participa con el 8.9% y aporta el 8.6% de la cosecha total del país.

Cada temporada es diferente en rendimiento, el cual es fuertemente influido por la cantidad de horas frío que se presenten en las etapas de desarrollo inicial del trigo.

Se puede mejorar su rentabilidad reduciendo labores de labranza y la dosis de fertilización nitrogenada, la cual es por lo general hasta 50% mayor de la que requiere el cultivo. Otro componente es la dosis de semilla, se puede reducir a 80 kg/ha.

Para obtener un mejor rendimiento, es necesario ajustarse a la fecha óptima de siembra para reducir los riesgos de presencia de enfermedades y evitar la aplicación de fungicidas para su control, ya que el problema fitosanitario principal sigue siendo roya de la hoja y el pulgón.

 

Información disponible

A continuación le presentamos la información técnica disponible para este cultivo:

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